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lunes, 27 de febrero de 2012

La carrera de este domingo


Febrero 26 2012.
La carrera de este domingo.

Un domingo previo recorrimos la pista de Hualahuises,  fue sumamente rápida, seca, terreno liso, subidas y bajadas constantes, un par de cruce de riachuelos, y uno que otro charco de lodo, no obstante, este domingo fue muy diferente, el recorrido prácticamente estaba lleno de fango, de soquete, el esfuerzo debió ser mayor pero más lento, tramos con pérdida de tracción, bajadas rápidas que requerían más concentración, los canales de lodo aventaron a uno que otro temerario ciclista a aterrizar en sus lodosos suelos, curioso pero hubo varios ponchados en el recorrido, algunos accidentados,  uno de ellos apenas a unos cuantos metro de la línea de arranque con un severo brazo lastimado, en fin, fue un recorrido totalmente diferente a lo visto 8 días antes, incluso el clima, a pesar de iniciar a 7°C estuvo despejado y ayudo mucho para una carrera sin mayor desgaste. Los niños que en la pasada ocasión me echaron carreras, ahora estuvieron de entusiastas con sus porras, animando a los que por ahí pasamos, desde luego, los saludé y me recordaron como lo vi en sus sonrientes rostros.
Sin embargo, creo que lo mejor de todo, es que esta vez nos acompañó la familia, hijos y esposas, todas reunidas en torno a la meta esperando recibir con gritos y aplausos a los cansados pero animados ciclistas, los gritos de júbilo y las porras en el momento exacto de entrar a la meta hace que se enchine el cuero, esas caritas y alegrías hacen olvidar dolores musicales, cansancio y demás desgaste propio del evento.

Llegando a la Meta


Tan pronto  como crucé la meta y me bajé de la bicicleta ya estaban ahí mis hijos recibiéndome con un abrazo, para después decirme papá estas lleno de lodo!! Mira tu ropa!! Solo les faltó decir: mamá te va a regañar….  Me hicieron el día feliz, me olvidé de lo demás.





Tan pronto como llegó el resto de los Bellineros, nos fuimos a casa del Profe, la leña ya esta convertida en brasa, esperando darle el punto exacto a la carne asada, las cervezas estaban frías y aguardándonos, el primer trago siempre sabe a gloria; ya después de cambiarnos de ropa y tras un par de cheves, una rica y caliente sopa de fideos hecha en olla de barro y a la leña nos ayudo a mitigar el hambre y a recomponer el ánimo, después le siguieron las quesadillas, las salchichas y desde luego los chuletones, los T-bones, etc., etc. Mas tarde llegaron algunos otros miembros del equipo Powerade, Joel, Nacho con sus hijos, Rico y otros cuyo nombre no recuerdo, todos convivimos y departimos, claro que los comentarios sobre el evento no pudieron faltar.


Fer, Carlos, David, Nacho, Rafa, Geremy, Dani, El Profe y Ruly.

Agradecimos la hospitalidad del Profe y su familia y retornamos a casa después de un buen, excelente diría yo, domingo de competencia pero lo mejor, de convivencia familiar.

viernes, 24 de febrero de 2012

Dangerous Tour !!


23 de Febrero 2012.
Dangerous Tour.


Nuevamente el Dangerous tour se reunió en el ya célebre Carl`s Jr de Cintermex, donde tuvimos a bien participar más de 70 ciclistas con un nuevo record de asistencia, esta vez el clima no fue impedimento para el que se ha convertido ya en el tradicional rodaje de los jueves por la noche.
Desde varias calles antes se podían ver carros con sus racks y bicicletas montadas, así como varios más que se dirigían rodando al punto de encuentro, desde luego que nos identificábamos con el mismo propósito y nos saludábamos como miembros de una hermandad aún y cuando antes no nos hubiéramos visito o si quiera conocido, pero todos íbamos con la misma intensión y emoción de rodar en grupo por las calles y avenidas del tristemente lastimado y agredido Monterrey  y aunque algunos han cambiado sus hábitos y modus vivendi por esta situación, otros seguimos haciendo nuestra vida especialmente en aquello que nos gusta y disfrutamos.

Joel comentando las reglas del Tour

Cerca de las 20:15 hrs, Joel quien es uno de los miembros fundadores de este recorrido, comenzaba a dar las primeras indicaciones, respetar el carril, no  rebasar, agruparse de dos en dos, etc., desde luego que con tantos ciclistas reunidos es necesario tener un orden, primero por aspectos de seguridad y en segundo por respeto a los vehículos y reglas viales.
Iniciamos el recorrido, el pelotón iba agrupado y tratando de ubicarse sobre un solo carril, varios gritaban para poner orden al rebaño bípedo, la regla es rodar con casco, guantes, luz trasera y frontal que más que para ver, son para ser vistos.
Así, en pocos minutos ya estábamos rodando por Av. Revolución,  apenas se venían calentando las piernas, todos a un mismo ritmo, algunos vehículos que pasaban junto a nosotros  tocaban el claxon en muestra de apoyo y complicidad, algunos otros gritaban tonterías, otros nos tomaban fotos, hubo de todo en toooodo el recorrido, afortunadamente los buenos deseos y armonía fueron más que las pitorreadas.  Ver detenerse a los autos o a peatones para tomarnos fotos, no tiene precio.


Pronto estuvimos llegando a la conjunción con Garza Sada, donde continuamos hasta su entronque  con Lázaro Cárdenas, las pendientes comenzaban a aparecer, hasta ahí, era el mismo recorrido que el de la maratón de Monterrey.

Continuamos por Lázaro Cárdenas y a la altura del Home Depot, se unieron varios ciclistas más que ya nos esperaba y que se habían reunido en Concepto 360. Pronto llegaron los semáforos y el de Alfonso Reyes dividió al grupo, la mayoría alcanzaron a pasar, el resto nos detuvimos, es muy importante respetar las señales para evitar lamentaciones.
Nuevamente el semáforos de Río Nazas nos volvió a detener, re iniciamos una vez más con la luz verde y pronto estábamos en la pendiente ascendente frente Valle Oriente, fue la primera subidita que amerito un poco más esfuerzo, pero ya el grupo puntero estaba detenido a la altura de los Soles esperándonos para reagruparnos.
Aprovechamos para tomar algo de líquidos y algunas fotos, después de unos minutos reiniciamos la marcha, tomamos el desnivel hacia Vasconcelos para después entrar a Calzada del Valle, las muestras de solidaridad seguían, algunos nos tomaban fotos desde sus autos.

Los comentarios entre los que íbamos pedaleando era de toda índole, uno de los temas más mentados era sobre la próxima carrera de Hualahuises, algunos otros platicaban sobre la vuelta a Nuevo Leon y  otras cosas más triviales, pero desde luego las bromas y los No compadre, si compadre! Eran las palabras más escuchadas.
En algún momento salió un perro, clásico en posición de ataque y ladrando, alguien dijo cuidado con el perro!! Y otro por ahí replico: Perro no come perro!!  Jajaja reímos pero continuamos sin parar, al fin,  ante la amenaza canina: estábamos a salvo!!
Dimos vuelta en Humberto Lobo, llevábamos un poco mas de 20 km, ahora si venía la parte más retadora del recorrido, subir por el puente atirantado, continuamos agrupados hasta el inicio del puente, alguien ya nos esperaba para tomar y dejar la evidencia gráfica de nuestro paso. Seguimos pedaleando.
Más adelante, el grupo de ciclistas descarriados dejó de ser un pelotón, la liga se comenzó a estirar, cada quien a su paso iba cambiando de engrane conforme la pendiente se inclinaba mas, las risas y los chascarrillos dieron turno al silencio, las palabras se convirtieron en jadeos, ahora sí, todos ordenaditos, uno atrás de otro, los más hábiles pasaban al de enfrente pero se volvían a incorporar en fila india, en un momento voltee la mirada donde ya casi para llegar hay una pequeña nivelación que permite tomar aire, y pude observar hacia abajo la larga caravana de luces  de los que venían pensando y diciéndose, que carambas hago aquí? Porque no me fui al cine o a mi casa a cenar?
En una parte de la subida, Nacho, otro miembro fundador del Dangerous Tour estaba auxiliando a un ponchado.
Por fin, la última pequeña cresta pero no por ello fácil de combatir, exigía hasta la última molécula de oxigeno hacia las piernas, el corazón de cada uno de los que íbamos llegando a la cima latía como nunca, dice Chendo ya sentía el corazón en la garganta!! Y sin titubear replica Geremy, pues si tu lo traías en garganta, yo sentía que se me quería salir por la frente!!! Jajaja todos reímos.

Fer, cara de ya no puedo mas al final de la subida y Ruly

Allá en la cima estábamos detenidos, estábamos esperando a que el último en la fila llegara, bebimos nuestros líquidos, tomamos fotos, mas bromas y chascarrillos, todos con el sudor en la frente escurriendo dado el esfuerzo de la subida pero muy sonrientes y con la satisfacción por haber logrado llegar, hasta ahí, fue la parte más complicada del recorrido, sin olvidar que mas que paseo, se trata de entrenamiento, un entrenamiento que tuvo que tomar estas calles y avenidas de la ciudad detrás de las montañas ante la desaparición de la ciclo pista del parque lineal en las riveras del río Santa Catarina.

Una vez ya todos recuperados reiniciamos la marcha, esta vez, era el turno de la recompensa al esfuerzo, venía la bajada hacia Av. Leones, que por lo mismo, no dejaba de ser de alto riesgo dada la velocidad que se puede desarrollar, aprovechamos la primera bajada para retomar la siguiente pendiente sin tanto esfuerzo y buena velocidad, después, todo sería pura bajada, caída libre, con algunas buenas curvas que demandan cierta pericia y habilidad ya que la velocidad alcanzada superaba los 60 km/hr. Los que en la subida habían pensado que que hacían ahí, ahora estaban pensando, que fregón que pude venir, valió la pena!!
Cruzamos Av. Leones y llegamos hasta Ruiz Cortinez donde hicimos un alto para reagruparnos, todos llegaron y no hubo nada que lamentar, al final apareció Joel en su camioneta que siempre se mantuvo en la retaguardia, ya que por prescripción médica, esta vez no pudo pedalear.
Como consulta ciudadana y sin encuestas de salida, se voto por tomar la ruta larga con lluvia de peñascos o bien la ruta corta con exposición de Boobies al aire libre, la mayoría optó por la vía larga y arriesgar el pellejo, al fin, la adrenalina era parte del recorrido.
Continuamos por Ruiz Cortinez hasta Gonzalitos, donde dimos vuelta hacia el norte, continuamos por Fidel Velázquez y tras una breve escala en un Oxxo, nos reagrupamos para pasar la zona de riesgo, la zona de los asteroides, esta vez, la legión del mal no estuvo presente, guardamos los rayos  laser y continuamos sin mayor problema.





Entramos a Av. Nogalar y en el cruce del Manuel Barragán, pasó junto a nosotros un Taxi Totsa del aeropuerto y sin más ni mas, nos mentó la madre con el claxon, es muy triste ver como una persona que su trabajo es prestar un servicio, pero que sobre todo, ese servicio lo realiza en un automóvil por la calles de la metrópoli, lejos de hacer lo suyo, reaccione de esa manera, demostrando que su cultura vial es opuesta a la forma en la que se gana la vida, en fin… Dios lo bendiga!
Continuamos por Av. Nogalar y dimos vuelta en Felix U. Gomez  hasta llegar al cruce con Conchello, por donde subimos, ya estábamos cerca de nuestro destino final, y aunque quisimos mantener un solo carril, no pudieron faltar los descarriados que comenzaron a acelerar e invadir el otro carril ocupando así toda la avenida, pero al final, les tocó regaño por desobedecer las reglas, se trata de ser ordenados, y si queremos que nos respeten como ciclistas, debemos respetar también nosotros el derecho de vía, así, solo así podremos convivir en armonía.
Ya en el Carl´s Jr., nos juntamos, nos tomamos la foto del recuerdo, agradecimos que hubo saldo blanco, todos contentos y felices por el recorrido que disfrutamos kilómetro a kilómetro, un poco mas de 44 km.
Pasamos lista, nos despedimos y cada quien fue emprendiendo su marcha de feliz retorno a casa.
Creo que de continuar así con esta armonía, muy pronto estaremos rebasando la centena de bípedos, este recorrido puede ser una esencia más de la ciudad y demostrar que podemos vivir en paz y en armonía, y que la violencia solo sea el recuerdo de una triste época.
Enhorabuena a todos, especialmente a los fundadores de este gran recorrido, pasen la voz para ser mas cada jueves, y como decía Germán Dehesa:  Aikir !!


domingo, 19 de febrero de 2012

Entrenamiento en Hualahuises, NL.

19 Febrero 2012
Entrenamiento en Hualahuises.

Salimos a las 6 AM, Geremy, Charly y el que escribe en un carro y Rafa y Omar en otro con destino al sur de estado a recorrer las pistas de Hualahuises, NL., en el trayecto, ya en la salida a la carretera nacional, hicimos una escala en un Oxxo para comprar café, agua y otras provisiones, al bajar del auto sentimos un frío muy calador,  estábamos a 8° “C”, lo comentamos y una vez listos para continuar pasaron Nacho y Joel pedaleando a un buen ritmo, lo único que alcanzaron a decir fue: hey compadre!  Atrás y a unos cuantos metros paso Chendo, le dimos alcance estando próximos a una curva cerrada a la derecha y ciega por estar en la orilla del cerro y sin acotamiento, aún estaba un tanto oscuro, le digo a Geremy que venía de copiloto, lo voy a esperar porque ésta curva esta peligrosa, ya que a pesar que hay tres carriles en el mismo sentido, la visibilidad es nula y riesgosa dada la velocidad ya que era pendiente ascendente, así que lo seguimos en la retaguardia no sin antes de comentar: viene rapidísimo, el velocímetro marcaba 36 a 38 km/hr y  para la subida en bici, Chendo traía muy buena cadencia, de hecho, venía pedaleando parado, vaya que tiene galleta; ya una vez que salimos de la curva, lo rebasamos y saludamos, continuamos y más adelante alcanzamos a Nacho y Joel, ya casi para llegar al HEB de la Estanzuela, lugar de reunión para los que irían a la ruta hacia puerto Genovevo.
Continuamos nuestro recorrido, más de 120 km para llegar a Hualabicis, entre chascarrillos y comentarios de toda índole, pero casi para llegar a Allende, NL., vimos en el horizonte un par globos aerostáticos, se veían geniales con el apenas sol naciente, saqué el teléfono y tomé unas cuantas pics, ya más cerca, alcanzábamos a ver los quemadores, imaginamos la fregonería de ver el amanecer desde las alturas.
Sobre la carretera ya habían varios carros con sus bicicletas, hicimos una caravana hasta que por fin llegamos a nuestro destino, no sin antes que Fer nos llamara para saber nuestra ubicación, ya que el se había ido un día antes, Geremy puso el altavoz y al final de la conversación solo escuchamos un estruendoso y prolongado ruido….. todos nos reímos a más no poder y lo censuramos e invitamos a que  continuara así antes de nuestra llegada.
Ya en el pueblo, en la plaza principal había varios  autos y mucha gente preparándose para iniciar el pedaleo, nosotros continuamos hasta casa de Fer, cuando llegamos, varios integrantes del equipo Tejones de Allende, ya estaban esperándonos, nos alistamos, Carlos seguía extraviado, desde que llegamos había entrado al baño, llevábamos más de 20 minutos y el muchacho no aparecía, paso un rato mas y ya todos desesperados por arrancar, por fin salió Charly, le digo vas a meter o sacar algo más del carro, me dice, no Ruly, gracias, ok, le digo.
En la esquina de la calle ya estaban todos esperándonos, nos contamos, éramos más de 15, Carlos seguía preparándose, me dice Rafa, dice que Carlos que si le abres el carro, me regreso, le abro el carro, sacó su agua, sus arándanos y no sé que mas mientras me decía, perdón Ruly, pero ya sabes, y además no traigo agua, bueno si, pero esa que está en el camel back tiene como 15 días….Che Charly !

Me regresé a buscar a los demás, ya habían arrancado, dije bueno, ni modo, comencé a pedalear, buscando las marcas de la ruta, iba prácticamente solo, ya que llevábamos más de 4 km, Charly me dió alcance, le digo que onda? Nada, de me dice, dale, ya se fueron.
En el km 5 alcancé a Rafa y a un par del equipo de Allende, que onda Rafa? Que paso Ruly? Íbamos juntos cuando llega una subida medio empinada, le digo: ya empezaron las subidas, me dice si, le pregunté: está muy larga? Me dice, no, más o menos, seguimos pedaleando pero Rafa se comenzó a quedar atrás.
Continué solo, de hecho, casi todo el recorrido lo hice solo, alcance a otros más, luego alguien ponchado, que onda? Le digo, me ponché! Ok, te falta algo? No gracias me dice, ok, continué.
Venía disfrutando la campiña, muy buenos parajes, excelentes vistas, pasé varios ranchos, la gente cortes y saludando, el camino era muy bueno, pero con constantes cambios de ritmo, subidas, bajadas, algunos riachuelos, algunos charcos de lodo, me percato que  traía la cinta del zapato izquierdo desamarrado, pensé, de ese lado no hay cadena, en la primera oportunidad me la amarro. Así fue, pare, hice el nudo y continué, ahí me dio alcance un cuate que venía como diablo, me pasó, no le pude aguantar el ritmo, se perdió en el horizonte.
Más adelante, en una subida medio regular, me dieron alcance dos chavos del equipo Anfibios, venían subiendo como si nada, nos saludamos y continuaron, dije que bruto, que buen paso traen…o será que vengo domingueando?
Estuve tentado en varias ocasiones a detenerme y tomar algunas fotos, pero pensando que era entrenamiento y que había estado dos semanas sin pedalear, opté por continuar y mantener el ritmo.
Disfruté el recorrido y pronto estaba entrando a la zona poblada, venía atento a no perder las marcas del camino, en un tramo ya medio habitado y paralelo al río, divisé a unos 4 niños de alrededor de 10 años, recordé a mis jijos, los chavales estaban en posición de arranque, un pié atrás y otro adelante, y volteando a verme, ya casi llegaba con ellos y el más grande grita, arranquen!! Y salen corriendo delante de mí, me dió mucha risa y disfrute el momento, les grito, hey me van a ganar!! Desde luego que baje el ritmo para que se mantuvieran delante de mí, recorrieron entre 100 o 150 metros y se detuvieron, paso y les digo, Hey!! Me ganaron!! Todos rieron, sus rostros además de agitados, estaban sonrientes, casi me paro a tomarles foto, creo que ahora lo lamento, esos momentos son únicos y valen oro! No ocupan de Wii o Xbox para divertirse y entretenerse, fue una gran lección.
Debo reconocer, que cuanta gente me encontraba en el camino la saludaba, todas correspondían, incluso una niña me echó porras, solo pensaba en esos momentos y me cargaba de energía, venía feliz.
Ya en el Pueblo, había unas señales de vuelta a la derecha pero también habían flechas de salida con vuelta también a la derecha, me confundieron, en eso, unos ciclistas venían saliendo de esa calle y aproveché para preguntarles, que onda? Para donde es? Me dicen aquí es la llegada y la salida, Ah! Ok, les pregunto, ya terminaron?, No, me dicen, vamos a iniciar, ok! Pensé  en seguirme a casa de Fer pero me regresé para entrar a ese lugar, es el parque de la Magueyada, ahí será la salida y meta. Un par de calles después, opté por regresar para conocer el lugar, entre y ya estaba Omar con Abel padre, dos de sus hijos  y otros chavales mas, platicamos un rato y optamos por irnos a cada de los papás de Fer donde habíamos dejado los carros.
Al llegar ahí, Rafa también estaba llegando por la parte sur de la calle, platicamos un rato, Omar nos invitó unos dulces de amaranto mientras les decía vamos a los puentes colgantes para que los conozcan y tomar unas fotos y algunos videos, así lo hicimos, luego llegaron varios mas y por fin hicieron su aparición Fer, Germán y Charly, aproveché para tomarles algunas fotos mientras pasaban por el puente colgante viejo.

Aquí el video cruzando el puente.
Nos fuimos a casa de Fer, nos quitamos la ropa salpicada de lodo, subimos las bicis, todos preguntaban sobre algún lugar para almorzar, Fer sugirió que Agapito, tres calles delante de la plaza mayor, se fueron despidiendo los de Tejones, y ya casi para irnos dice Fer, hey raza! Mi mamá me acaba de decir que nos preparó un almuerzo!    Todos nos volteamos a ver y dijimos, pues como despreciar tan amable gesto.

En el puente nuevo.
Fer y Geremy pizcaron unos chiles de las matas de enfrente, disfrutamos de un buen picadillo y unos frijoles refritos, después de las tortillas de maíz, salieron la de harina, debo reconocer que ya estaba satisfecho pero vi las de harina y no resistí comerme una con frijoles y un chilito de árbol, uf!, solo me faltó una cheve.
Ahí estábamos, llegó Mario, el hermano mayor de Fer, me dice, oye Raúl te tengo guardado algo desde hace casi un año,  es más, ven, traite tu taco y nos fuimos caminando a su casa, mientras me decía, es un licor que me trajeron de Colombia, bueno, yo lo encargué pero desde que lo pedí pensé en regalarte uno, Hombre que amable! Le digo, si, esta buenísimo, solo que dale despacio porque si no te puedes poner muy loco, es para disfrutar, se toma solo, ok, se trataba de un Aguardiente tradicional, se llama ANTIOQUEÑO, es de sabor dulce, contiene anís; me dice, ya lo he llevado dos veces a Monterrey pero no te había visto, así que me lo traía de regreso, le dije no te preocupes, yo también tengo algo para ti, te lo traigo la próxima semana, ok, me dice.
Volvimos a casa de su mamá, aquellos seguían comiendo como si fuera la última vez que probarían alimentos, Mario estaba probando su reloj con monitor cardiaco que recientemente había adquirido pero no sabía bien cómo funcionaba, Fer le dijo como y en la plática me dijo Mario que ya había bajado 10 kilos, desde luego que después de preguntarme qué cuanto yo había bajado ya, le dije, lo bueno es que bajé sin querer, es decir, sin hacer dieta, le estaba explicando cómo usar su reloj para sacar mejor provecho para bajar de peso cuando Omar dice, haber k-brones, cállense, dejen escuchar a Ruly, haber Ruly, como dices que es? Omar, lo primero es que hay que hacer es usarlo, jajajaja todos se rieron.
Agradecimos los alimentos, nos despedimos y agradecimos a Doña Velia su hospitalidad y generoso almuerzo, como siempre, su gran hospitalidad. Nos despedimos de Mario y Fer y retornamos a Monterrey, algo cansados pero contentos.
Fue un gran día, disfrutamos el recorrido y desde luego la hospitalidad que caracteriza la Familia Herrera Sosa.
Fer cruzando el río. 
 La raza de Allende.
 Antes de iniciar el recorrido, Luis (13 años), Rafa y Omar.
 Departiendo el almuerzo, de izq a der, Charly, Geremy, Rafa, Mario, Fer y Jorge.




 Un Globo aerostático.
 La caravana
De regreso a casa, Geremy, Charly y Ruly.
Este fue el recorrido, en total 36 km.

sábado, 18 de febrero de 2012

Llegando a la meta!


Llegando a La Meta



Partiendo de su definición, esta palabra tiene muchos significados, proviene del griego que se refiere al “más allá” como la metafísica, también como nombre propio de alguna ciudad, a un río que desemboca en el Orinoco, también como un objetivo aunque la diferencia es que éste último es que por lo general persigue un logro numérico, es decir, cuantificable, pero desde luego hablando de deportes, la meta se convierte en arco de llegada, a una línea la cual hay que cruzar para el feliz término y es precisamente a ésta a la cual me quiero referir el día de hoy. Hablando del aspecto deportivo siempre habrá una salida y una meta, es decir, un punto desde el cual se parte, se recorre alguna distancia y se termina en ese mismo o en otro punto distante o diferente. Hasta aquí todo suena muy claro y obvio, pero realmente lo que quiero mencionar es todo lo que sucede antes durante y especialmente al momento de llegar a la META, y si tú no corres, espero que esto te sirva para hacerlo algún día, te cambiará la vida.

Quién de nosotros no ha disfrutado un final de película ya sea en un carrera de autos, de caballos, una competencia de velocidad o resistencia, en las olimpiadas, en los juegos panamericanos, nacionales, estatales, colegiales, etc., algunos finales con mucha ventaja del primero con respecto del segundo al cruzar la línea de meta, otros sumamente cerrados con la famosa frase de “ganó por una nariz” que se traduce a milésimas de segundo de diferencia y otras muchas más dramáticas en las que el competidor apenas cruza la meta y se desploma, sin embargo, algunos otros, simplemente no pudieron llegar.

He tenido la oportunidad de disfrutar, así es, de disfrutar observando la llegada de bastantes competidores a la meta, muchos de ellos en carreras pedestres y muchos otros en algunas otras disciplinas y siempre es motivante y gratificante ver los rostros de júbilo, de placer, de emoción y también de dolor pero sobre todo las distintas formas en las que cada uno que cruza la meta festeja su triunfo, su logro, el haber cumplido su objetivo, el haber terminado o simplemente el solo hecho de haber llegado, si a la Meta. Hazlo un día, párate en una meta y observa lo que sucede.

Como competidor, también hay mucho que mencionar, y todo inicia desde el momento en que tomamos la decisión de participar en algún evento, no importando la distancia, si es en trote, si es en bicicleta o en cualquier otra competencia que signifique un desgaste físico. El simple hecho de inscribirse inicia con un hormigueo por la descarga de adrenalina que parte del plexo solar, exactamente en el área de las emociones, le sucede a todo el mundo, tanto para el profesional más destacado como para el mas sedentario participante dominguero, ese que corre con calcetas de vestir oscuras, shorts de manga larga y con la playera de su equipo de futbol;  los primeros porque forman parte de la elite competitiva y que van desde luego a dar el todo por lograr el pódium y los segundos porque también van a dar el todo por el simple hecho de terminar, de llegar a la meta sin importar el esfuerzo y tiempo que les tome, al final, se trata de cumplir, de llegar, de lograr el auto compromiso, de ganarse a sí mismo.

Es increíble ver la llegada de una redonda dama, de esas que no se mortifican por usar lycras a pesar de su corpulencia, bañadas en sudor, portando la playera oficial del evento, el numero escondido entre los pliegues de su vientre pero sumamente emocionadas, con cara que irradia felicidad, con sonrisa de oreja a oreja y la enorme satisfacción de haber cruzado la meta, puede sonar peyorativa mi descripción, pero esas górdis, tiene muchas agallas, tienen mucho coraje y mucho mas compromiso que cualquier otra escultural figura que diga, correr? Hay cómo? O sea, Que flojera!, en domingo? Cómo?

Pero esto no aplica nada mas al género femenino, también existen los pasaditos de peso, con o sin cabello como yo, y que también se atreven a usar su playera Dry Fit una talla menor para mostrar su abultado  físico, tipo Bibendum, el muñeco Michellin, esos que un buen día dijeron Basta!!! Y se levantaron de su sillón, apagaron su último cigarro en el bote de cerveza que bebían, hicieron a un lado los chicharrones y demás botana y se propusieron a activar su cuerpo, esos seres con colesterol y amplias reservas de energía almacenada en su ser físico, atómico y terrenal, esos que también llegan celebrando su victoria y con justa razón, no le aunque que sean de los últimos, no importa que hayan dado algunos pasos para recuperar el aliento, no importa que su frecuencia cardiaca esté al 110%, lo increíble es ver cómo llegan, sudando la gota gorda, volteando la mirada a diestra y siniestra buscando la aprobación de la gente al decirles con la mirada, mírenme!! Llegué!! Lo logré!!! Y la gente aplaudiéndole y animándole!!! Celebrando en conjunto su victoria, llegar a la Meta….su triunfo, se decidieron y lo hicieron, y lo mejor es que van a continuar y a la vuelta de los años con muchos, muchos kilos menos de su actual humanidad.

Las llegadas en pareja, esas nunca faltan, llegan a la meta tomados de la mano, muy sonrientes, también su esfuerzo se deja ver en uno más que en el otro, pero al final, llegar juntos, cumplir juntos, al pasar la línea de llegada se abrazan, se besan, si, algunos mas pasionalmente que otros, pero todos con el mismo sabor, el salado sabor del sudoroso esfuerzo de haber cumplido el cometido, el compromiso mutuo, el compromiso de pareja de hacerlo juntos.

Otro grupo muy emotivo es de los padres con los hijos (mi favorito), los hijos con las madres, las hijas sin madre pero con mucho padre, los hay en todos rangos de edades, como los pequeños que esperan próximos a la meta la llegada del idolatrado padre para brincar a la pista y llegar de la mano con el orgullo hasta los huesos (esto es parte de lo mío) donde la emoción se multiplica, el cansancio y los dolores se olvidan al ver el rostro de los pequeños que sin saberlo, están creando recuerdos de su infancia, y que algún día que reciban la bendición de ser padres, querrán revivirlos ahora con sus propios consanguíneos.

Los hay también adolescentes, los que sufren los cambios de voz con el rostro cubierto de pubertad, hay los NiNis y los ya mas mayorcitos,  treintañeros que concluyen también muchos de ell@s de la mano de su padre ya cubierto por el sinónimo físico de experiencia y vida, estos llegan, se congratulan mutuamente, se dan un abrazo, sonríen, caminan abrazados en silencio pero llenos de emoción, sabedores que a pesar de la edad, siguen compartiendo su tiempo libre de manera saludable y prolongando los días que les permitan continuar interactuando, solo viéndolos los entiendes, los comprendes y te emocionas al visualizarte de esa manera, esperando que algún día compartas el gusto de correr quizá un maratón al lado de tu(s) hij@s.

Las cabecitas de algodón. Este grupo representa quizá el mayor ejemplo de entusiasmo, perseverancia, constancia, disciplina, agallas pero sobre todo, fortaleza física, ganas de vivir y vivir bien, sus cuerpos son por demás delgados, con algunos pellejos que la gravedad manifiesta, sin embargo, la poca grasa permite ver los músculos definidos, fortalecidos a través de muchos años de actividad física, ellos que van a tu ritmo en el mejor de los casos ó que los ves volando en pausado pero sostenido ritmo, terminan sin despeinarse, con alguna mueca sonríen, alzan los brazos, pocas veces los reciben sus familiares, pero la asidua concurrencia a estos eventos los saluda, los vitorea y tranquilamente esperan la llamada al pódium para recibir su trofeo, se disputan los primeros lugares carrera tras carrera, pero siguen acumulando kilómetros y experiencia, son reconocidos y respetados, su presencia en la meta compromete el desempeño de los más jóvenes que aparecen en las fotos junto a ellos llegando en paralelo  a la línea final con mejores tiempos que el promedio de la gente, esas grandes personas que ya no se preocupan por detener su cronómetro al pisar la meta si no de que el cronómetro de la vida no los detenga a ellos, sin embargo, siguen siendo el mayor de los ejemplos para todos.
También está el grupo de los disfrazados, y no me refiero a esos que corren aun en el closet, si no a los que vestidos de súper héroe, de gladiador, de rockero, con velo de novia, o cualquier otra botarga que los haga diferenciarse de los demás, ellos son creo los que más ansiosamente esperan pisar la línea final, y como no, correr con el rostro cubierto o bajo un pesado disfraz (los más osados llevan algún complemento del disfraz cargándolo todo el recorrido) y en ocasiones con temperaturas y humedad parecidas a las del mismísimo infierno, hacen agobiante y eterno el recorrido por mínima distancia que sea, a ellos casi no se les ve el rostro pero su lenguaje corporal grita de júbilo y exige el reconocimiento por la osadía del esfuerzo y la poca ventilación corporal, indudablemente llevan un espíritu alegría compartida, se disfrazan para los demás, por eso, al final, muchos hacen fila para tomarse la foto del recuerdo, y también, llegan celebrando a su manera en la meta y pues sí, se merecen estrellita dorada.
Otro segmento importante y que no puedo omitir, son los grupos de corredores pertenecientes a un equipo, ellos entrenan juntos, calientan antes de cada carrera, corren uniformados, portan con orgullo su playera, sinónimo del sentido pertenencia, por eso corren en grupos, los más rápidos llegan antes pero esperan sus compañeros para vitorearlos en la meta, algunos van corriendo y platicando especialmente de sus vivencias en otras carreras, de sus tiempos, del paso que llevan, casi si siempre el tema es el mismo, la carrera en sí,  algunos de ellos se van justificando previamente por no hacer el tiempo que esperan hacer, que si no entrenaron porque la semana estuvo cargada de trabajo, que si se desvelaron, que si les duele la rodilla, etc., etc., lo curioso es que si llegan en su tiempo estimado y los mas lentos de ellos son esperados pacientemente por el resto en la línea de llegada, al final, su instructor los espera para hacer sus ejercicios de estiramiento y las respectivas fotos de grupo.

También existe el corredor GQ, ese que anda a la moda, con los tenis de última generación, los modelos más recientes, las marcas más in o trending, algunos de colores fósfo muy brillantes, portan cinturón de hidratación, bandas de imanes en las rodillas, mangas de compresión en los chamorros, pulsera de balance, playera de su más reciente maratón sobre todo si es de más allá de la frontera, usan TAPES con colores brillantes por todos los músculos de su cuerpo, sobre todo aquellos que más expuestos a la vista, utilizan el reloj con GPS de última generación, lentes de marca con colores brillantes y gorra también de algún reconocido evento anterior, desde luego que el iphone S4 no puede faltar, llegan a la meta y rara vez levantan los brazos porque de inmediato voltean a ver su cronómetro o cualquier otro gadget que porten, pero desde luego que también en el fondo gozan y disfrutan el haber llegado a la meta.

En fin, hay un gran variedad de formas y maneras de celebrar la llegada a la meta pero cada una es diferente, cada una con su propia actitud aún y cuando corras cada fin de semana, todas son diferentes: está el que llegando zigzagueando como avioncito con los brazos a la altura de los hombros como si fueran sus alas, el que solo llega y da un salto sobre el tapete de registro y sonríe, el que llega gritando su grandeza y fortaleza por haber cumplido o solo por haber llegado, el que voltea al cielo y sonríe, el que solo se persigna y avanza, el que lanza un beso, el que voltea a la cámara para la foto del recuerdo, el que entra bailando, el que entra desencajado por el esfuerzo del sprint final, algunos pocos con el llanto en la cara, no de dolor si no de satisfacción, el que dice no vuelvo a correr y a los dos días ya está entrenando, el que llega cojeando y acalambrado, el que llega devolviendo el desayuno, el que llega con cara de yo no fui, el que llega diciendo Yesssss!!!! Con el puño cerrado y bajando el brazo y codo hacia su cuerpo, el que vitorea hacia arriba el brazo como queriendo pegarle a la piñata, el que solo voltea a ver su reloj y detiene su cronómetro, el que lo espera la familia entera y le aplauden orgullosos al sonoro grito de “ese es mi´jo!!”, el discapacitado que todo el recorrido es aplaudido y apoyado, el que llega con apoyas, el que llega rozado, el que solo sonríe, el que se aplaude solo, el que nadie lo espera, el que rompió su record junto al que por esta ocasión no lo logró, el que no se inscribió pero corrió de cachirul, el que se quedó dormido y llegó tarde pero alcanzó y rebaso a la mayoría, el que dedicó la carrera, el que solo va por la medalla y la playera, el que solo va por el gusto de correr, el que está entrenando, el que quiere y puede, pero todos, absolutamente todos, cuando llegan a la meta sienten lo mismo, la satisfacción de haber terminado y celebrado, el sabor del triunfo, del logro, del sí lo hice, del trillado sí se
pudo, de haber llegado, de haber terminado….. Y por eso yo también corro, y por eso, cuando llego a la meta gozo celebrar al levantar los brazos!!

viernes, 17 de febrero de 2012

42 Años, 42 km, 4:25 hrs.,Mi Primer Maratón!



Diciembre 2010

 42 AÑOS, 42 KM, 4:25 HRS, Mi Primer Maratón!

Diciembre 12 del 2010, 4:15 AM sonó el despertador, por fin, llegó el día de la carrera, dejando atrás 18 largas semanas de entrenamiento, mas de 700 km recorridos en no menos de 70 sesiones en todo tipo de clima: calor, frío, humedad e incluso lluvia, estando de viaje, etc., lo importante era salir a correr y cumplir con el programa, aún por supuesto con las recurrentes ampollas de las sesiones largas, una uña desprendida, rozaduras varias, un par de contracturas musculares, una gripe – resfriado que me complicó la existencia y armonía corporal en la semana 16, 8 kilos menos, pero ya todo era historia, era el momento de la verdad que había llegado, no había marcha atrás, ni para tomar vuelo.
Me levanté con el entusiasmo que imprime una carrera, pero no cualquier carrera, no para ganarle a los demás si no para ganarme a mí mismo, correr 42 km, no podía dejar de pensar en el momento en que llegaría a la meta, la pregunta no era en cuanto tiempo iba a llegar, si no cómo iba a llegar.
Lo primero fue tomarme un licuado de plátano con avena y miel de abeja, mas una barra energética, me metí a la regadera mientras recordaba las sesiones de entrenamiento y me decía, la tarea ya está hecha, ahora viene el examen final.
Ya tenía toda la indumentaria preparada desde la noche anterior, todo probado en campo para que no hubiera sorpresas, calcetas, tenis, playera, chip, número, etc.
Salí de la casa a las 5:40 AM, Juan Ramón ya estaba afuera esperándome, se sube al carro y pregunta ¿podemos pasar por Checo y otro cuate? claro, le respondí, uno vivía a unas cuantas calles, el otro lo encontraríamos sobre la avenida de la colonia aledaña. Al momento de subirse el 4º corredor al carro, cruzaron por la avenida otras dos personas con indumentaria deportiva y le preguntaron, ¿hay chance?, sin titubeos les respondió: “ya no caben”, todos reímos y lo censuramos por la amabilidad mostrada.
Durante el trayecto salieron todo tipo de comentarios y platicas, desde bromas hasta cosas más serias como el número de maratones que llevaba cada uno, Juan Ramón y yo presumimos que éramos primerizos.
Ya una vez en el estacionamiento, nos bajamos del carro para alistarnos y sentimos un frío que presagiaba un tembloroso sufrimiento, pasaron junto a nosotros unos ciclistas, alguno de ellos se quejaba del frío y solo alcanzamos a escuchar que alguien le respondió: el frío es mental….nos quedamos viendo, repasamos la frase mental y verbalmente, nos reímos, lo pensamos de nuevo, pero seguíamos con frío.
Yo había planeado correr con una playera delgada y sin mangas pero todavía faltaban 45 minutos para el arranque ( 7 AM), así que dije, me llevo mi sudadera y la dejo en el guarda ropas 5 minutos antes, no quería pasar frío en el inter aunque éste fuera mental.  Salimos del estacionamiento techado, y el frío se sintió más intenso ya que el viento era algo fuerte, la mente sintió el frío hasta la silla turca de la hipófisis. Hicimos algo de calentamiento mientras Juan Ramón se colocaba el número y el chip que le acababa de entregar Luis Arizpe coordinador del equipo de corredores de ALESTRA y con quienes me colé en algunos entrenamientos; pasamos a formarnos a los baños para sacar los líquidos que el cuerpo no había retenido y faltando unos minutos dejamos las cosas en el guarda ropas como lo habíamos dispuesto. Nos incorporamos a la línea de salida, cantamos el himno nacional, la adrenalina fluía al máximo, todos brincando y moviéndose para mitigar el frío cuando al fin se escuchó el disparo de salida y pensaba: ahora sí ya no hay vuelta atrás, 5 meses antes había tomado la decisión de correr mi primer maratón, el momento había llegado, mi cronómetro estaba en ceros, mi corazón a mil por hora esperando pasar la línea de salida, comenzamos a avanzar lentamente, entre empujones y demás, me apoyé sobre el que estaba delante de mí y solo dijo hay!! Y volteó a verme, le dije, disculpa es que me empujaron, no, no es eso, es que tus manos están muy frías!!! Todos al rededor nos reímos. Pise la línea de salida, respiré profundo, inicié el cronómetro y me dije: hasta topar con pared!!
Busqué a Juan Ramón, que en el tumultuoso arranque se adelantó unos 10 metros, mas adelante vi que volteó buscándome, levanté el brazo y le hice señas de aquí estoy, asintió con la cabeza. Unos metros más adelante nos emparejamos, habíamos acordado un paso leve, así nos fuimos, salimos del parque fundidora y en menos de lo que nos imaginamos ya estábamos sobre Av.  Constitución, me dice Juan Ramón, Rulo, ya sabes que no hay bronca si quieres darle a tu paso, tu dale, le dije no, vamos juntos, va! Me respondió y así nos fuimos. A pesar de la hora, ya había gente animando a los corredores, los carros que pasaban junto a nosotros tocaban el claxon en muestra de apoyo, ya en avenida Garza Sada le dije a Ram, mira aquel que está allá, al otro lado de la avenida, había una gasolinera y solo un despachador con un cono naranja de seguridad que lo utilizó como altavoz y desde allá nos gritaba palabras de aliento, me quedé pensando en cómo estos eventos motivan no solo al que corre si no al espectador también. Estábamos por llegar al estadio Tecnológico donde un domingo previo los Rayados habían levantado su 4ª Copa de Campeonato, cuando de repente veo la señal del km 5, volteo a ver el reloj y marcaba casi 33 minutos, le dije a Ram: llevamos paso de 6:30 min/km, vamos muy tranquilos, me dice, excelente, en eso una señora me pregunta, a esa velocidad en cuanto tiempo lo terminan? Le dije en 4:30 hrs más o menos,….me dice: oh muy bien, no les importa si me voy con ustedes, claro que no le respondí, así nos echamos porras entre los tres.

Me hizo varias preguntas, que si había entrenado, que cuanto había corrido, que si había hecho sesiones largas, etc., pensé para mis adentros, pues esta señora es de la prueba enlace o que onda. Más adelante se le acabaron las preguntas y aproveché para tomar una foto del cerro de la silla con el apenas resplandor del sol naciente. Ya estando en Av. Revolución nos encontramos un personaje vestido de gladiador Romano, era un señor de avanzada edad, nos tomamos unas fotos con él, aunque él ni cuenta se dio.

Pasamos varios pabellones de animación, uno de ellos estaba dedicado a la Virgen Morena, era su día, 12 de diciembre, con todo y danzantes. Muy pronto llegamos a la esquina de Revolución y Sendero Sur, había un fotógrafo, me dice Ram voltea para la foto, el es de ALESTRA, órale, levantamos los brazos y el pulgar. Más adelante ya estábamos en el km 10, le dije, es hora de un Gel, me dice sale, vamos a caminar para comernos el gel, le dije no mi Ram, vamos a seguirle, bueno, déjame bajar el paso, sale, nos aventamos el gel y continuamos, ya estábamos entrando a la Av. Las Torres, Ram con su música de los Enanitos Verdes, Miguel Mateos, etc., puro rock en español, cada que cambiaba de canción me decía es la de fulano de tal, buenísima le decía yo, como si la viniera escuchando, jajajaja, yo traía mi propia orquesta en la cintura, había optado por escuchar la radio, con tantos domingos corriendo por la mañana, ya más o menos me sabía la programación además de los cortes noticiosos del reportero del aire. El detalle de la música era que cada que le decía algo a Ram, tenía que gritarle para que me escuchara, traía el volumen casi al tope. No perdía oportunidad de gritar y agradecer a las porras, incluso me pasó que varias veces me gritaban ánimo Raúl y yo volteaba a ver quién me había gritado pensando que fuera un conocido pero no lograba identificar a nadie, solo les daba las gracias y continuaba con mi camino, así me pasó tres veces hasta que caí en cuenta que leían mi nombre impreso en el número…….sin comentarios. 

Venía una larga recta formada por toda la avenida de las Torres, pura subida, ligera pero constante, tome una foto desde el paso a desnivel de Alfonso Reyes, sentí que un chamorro comenzaba a protestar, recordé que José Ramón, un cuate de la oficina me dijo, cuando sientas dolor o cansancio respira profundo y mándale oxigeno a esa parte….respiré profundo como tres veces, no sentí mejoría, quizá el mensaje no fue claro, así que opté por olvidarme del dolor, de ignorarlo, me puse a pensar en otras cosas, a visualizarme llegando a la meta, como lo hacía cada vez que salía a entrenar y que sentía algún dolor o cansancio, eso funciona y funciona muy bien. Llegamos a la esquina de Frida Kahlo por donde están las instalaciones de Imagen, eso significaba que estábamos ya en Valle Oriente, es decir, muy cerca de la mitad del recorrido, la subida continuaba, hice un repaso tipo check list, desde mis dedos de los pies hasta la cabeza, me sentía muy bien, y me repetía para mis adentros, vienes entero, vienes entero Raúl, así síguele!!! Es muy importante la auto motivación, hay que pensar en positivo para cargarse de energía, la gente seguía animosa por doquier, cruzamos Lázaro Cárdenas por debajo, para subir por Fundadores, esa parte siempre ha sido mi coco en las carreras de 10K en las que por ahí han sido los recorridos, volví a pensar en la llegada a la meta, eso no falla, cuando acordé, ya estábamos bajando rumbo al tapete de registro de los 21K. Pasamos el tapete de registro del chip y marque mi tiempo parcial en mi cronómetro, 2:13 hrs llevaba, pensé 12 minutos debajo de mi tiempo, a partir de ese momento ya no me interesó ver el reloj, en eso me dice Ram, ya llevamos la mitad, le dije, así es mi Ram, y lo mejor es que venimos enteros, me acordé cuando Saúl ( 35 Maratones corridos) en Chipinque me dijo, la gente cree que el km 21 es la mitad, pero no, la mitad es en el km 25, aunque realmente el maratón inicia en el km 30, yo solo le respondí, no pues con esas afirmaciones, Pitágoras se volvería loco. Entramos a Vasconcelos, por fin un poco de bajada, le dije a Ram, aprovecha para aflojar los músculos, dale tranquilo pero suelta las piernas, tome otro par de fotos, mas adelante venía una zona de altibajos ya conocidos por ser recorrido de varias carreras, la última que pasé por ahí fue apenas 3 domingos antes en la carrera de NIKE, exactamente en la zona donde me andaba cargando el payaso, me acordé y me dio un cierto cosquilleo como de temor, pero me dije, piensa positivo Raúl, piensa positivo!, así que solo afirme “me pela los dientes este tramo”. El paso a desnivel de Ricardo Margáin ya estaba a unos cuantos metros, le seguía el de Gómez Morín, es decir, subida bajada, subida – bajada, solo le dije a Ram dale tranquilo en la subida, volví la mirada para ver el nombre de nuestra fiel compañera, se llama María Esther, le dije María Esther afloje en la bajada los músculos y en la subida no se forcé, asintió con la cabeza y sonrió.  

El siguiente tramo es una bajada ligera hasta la glorieta de los duendes, había mucha gente animando, me dice Ram a la altura del Sport city, me duela la pierna, ¿tienes tylenol? Si le dije, saqué tres una para él, otro para María Esther y uno para mí, me dice M.E., ¿y esto?, es para amortiguar el dolor muscular, tómatela con agua, gracias me dijo. Llegamos a otro punto de hidratación, es increíble el entusiasmo de toda la gente que te anima, te ofrece agua, dulces, chocolates, plátano, naranjas, etc., no sé cuantas cuartitos de naranja me comí a lo largo de todo el recorrido, agarraba cada que me ponían la charola, incluso, en una con la velocidad, no la sujeté bien y se me cayó, dije chin, la chavala de la charola arranco a correr me alcanzó y me dio una con su mano, muchas gracias le dije, dime si no es una chulada la gente que apoya. Sobre Calzada del Valle había mucha gente con el ánimo hasta arriba, fue la zona donde más gente nos gritaba por nuestro nombre, esos detalles son pequeñas inyecciones de gasolina para el espíritu que hace olvidarte de dolores y cansancio y te motiva a continuar. Llegamos a la glorieta de los duendes, mas adelante había una banda tocando, tomé una foto, luego una botarga del perico o algo así, le tomé otra foto, más adelante estaba el pabellón de los Duendes del Valle, conocido grupo de corredores de la zona, igual todos con la mano extendida ofreciendo agua, fruta, dulces, recuerdo que les grité Gracias duendes ¡!! Contestaron vamos Raúl, ánimo, tu puedes ¡!! Llegamos a la esquina de Humberto Lobo, recordé que ya estábamos cerca del km 30, me hice un auto check up en un segundo para no dar oportunidad de registrar los dolores y me dije, vienes entero Raúl, continuamos, las porras no paraban, llegamos a Morones Prieto y dije ya estamos del otro lado, veníamos alineados los tres, así nos mantuvimos casi todo el tiempo, haciendo equipo, llegamos al km 30 y le dije a Ram, ya fregamos ¡!!, ya nos falta cualquier cosa y venimos muy bien, así es mi Rulo, me dijo, ánimo María Esther ya solo nos faltan 12, volvió a sonreír.
Había un grupo de animación, la gente tenía puestas máscaras de plumas tipo carnaval, también, aplaudían y nos gritaban con júbilo para continuar, pasé bailando esa zona al ritmo de la música que tenían a gran volumen, Ram también se echó uno que otro pasito, luego, más adelante, otro grupo de payasitos de todas edades, creo que eran de una casa hogar, también haciendo lo propio y cargándonos de energía positiva. Ya cerca del Centro Convex, suena el teléfono de Ram, era Claudia preguntando por donde andábamos, minutos después vimos pasar su camioneta, pasamos por un túnel y ahí abajo estaban su familia y la mía, nos gritaron y nos echaron porras a más no poder, salimos del túnel y le dije a Ram, que Powerade ni que nada, esto si te inyecta gasolina ¡!! Vaya que sí, me dijo. Continuamos y me encuentro a un señor de notoria edad avanzada, lo volteo a ver y le veo en su arrugado rostro la gran cantidad de experiencia y sabiduría que solo los años dan, le dije: Señor, usted es un ejemplo para todos nosotros, me voltea a ver y me dice, gracias, solo tengo 78 años!!!! Hice mutis, pensé ah caray!! ¿Cuantos maratones lleva? Le pregunté, no sé si me dijo 23 o 63, no me importó, porque me quedé pensando, Que diablos….? Los que sean, tiene 78 años y sigue corriendo maratones!! Éste si es un verdadero Ironman. Le dije mis respetos, muchas felicidades!! Me agradeció y continuamos nuestro paso. Salimos de otro paso a desnivel y vimos el letrero de 32 km, Maria Esther se había retazado unos cuantos metros, le digo a Ram, mira quiénes están allá!! Nuevamente nuestros queridos hijos y esposas estaban esperándonos, extendí la mano y la choqué con todos ellos, menos Alicia que nos estaba tomando la foto, era nuestro 12° aniversario de bodas, solo alcancé a gritarle “Te Amo” creo que la desconcentré porque la foto salió descuadrada. Mi Ram, ya hicimos lo más difícil, llevamos 32 Km, solo nos falta un 10K, piece of cake!! Seguimos enteros, si Rulo, ya nos falta muy poco! Otra subidita y volví a sentir un tirón en el chamorro derecho, respiré profundo le mandé oxígeno, y me puse a visualizarme otra vez llegando a la meta, pensaba en como tocaría la línea de meta, ¿bailando?, ¿de reversa? Pensaba ¿Cómo lo celebro? ¿Con un beso al tapete de registro?, naaa, me voy a ver con Juan Pablo II, haber que se me ocurre. Todos los días que salía a correr pensaba en el momento en que llegaría a la meta, era el colmo, más de 70 salidas y todavía no sabía cómo celebraría la llegada a la meta. Continuamos el camino, mas subidas y bajadas por los desniveles, solo les decía, tranquilos en la subida para no forzar los chamorros, lo que menos quería era que me diera un calambre, mi fiel corazón latía a un ritmo tranquilo, 150 PPM, pero los muslos ya me reclamaban, saqué otro gel y me lo comí, seguía tomando agua, siempre llevaba una bolsa en la mano y me la tomaba entre cada punto de hidratación. Eran ya más de las 10 de la mañana, el cielo estaba despejado, todo azul, el astro rey nos iluminaba de frente, afortunadamente había mucho viento, lo mejor es que era frío, el clima fue excelente y ayudó en mucho para no deshidratarnos.
Pronto llegamos al puente de Zaragoza, eso significaba que ya estábamos en el km 35, dimos vuelta para cruzar sobre el río Santa Catarina, exactamente ahí estaba el letrero, escucho a María Esther que grita: “güero!!!” en eso brinca un señor del lado derecho, se le acerca, le da un beso en el mismo instante que sale un chaval de la acera izquierda, con un letreo que decía tu puedes mamá!! También se acerco la beso y se alejo, dos tres metros adelante voltea ella y nos dice Gracias!! Ánimo!! Le respondí. A lo largo de todo el trayecto que llevábamos había un cantidad impresionante de letreros de todo tipo de júbilo, apoyo, motivación y desde luego de ánimo que la gente lleva para mostrarlo a su ser querido que están esperando ver pasar, pero lo mejor de todo, es que no lo tienen bajo el brazo o guardado esperando el momento oportuno para sacarlo, si no que lo mantienen a la vista de los corredores, eso sirve muchísimo porque lo lees, y aunque tú no eres el papá, lo haces tuyo y te imaginas que es tu hijo o esposa y te genera un sentimiento que se traduce en energía celestial para seguir adelante, de ahí la importancia del poder de la mente y la auto motivación, busca cualquier detalle que te anime y sobre todo motive a continuar, desde luego, que se trata de un reconocimiento a tu labor y esfuerzo. Entramos a la zona del barrio antiguo por la calle de Zuazua, la cosa se complico porque el pavimento se transformó en concreto estampado, tipo cuadros que hacía que la pisada fuera más dolorosa a la ya de por sí complicada, cansada y machucada planta de los pies, me acordé de mi infancia cuando caminaba de la mano de mi papá por las calles del centro de la Ciudad de México y jugaba a no pisar las rayas de la uniones, esta vez, estuve jugando a lo mismo pero no para divertirme si no para no sufrir a cada paso que daba. Salimos de la parte baja de la Macro Plaza, una subidita mas, le vuelvo a decir a Ram despacio para no acalambrarnos, si me respondió, al llegar nuevamente a lo plano vimos otro punto de hidratación, era el km 36, me dice Ram voy a tomar Powerade, ese es más complicado porque lo sirven en vaso y corriendo das un trago y 5 te caen encima, así que debes bajarle y dar unos cuantos pasos para tomártelo y volver a correr, yo agarré mis respectivas dos bolsas de agua para no parar. Ya casi llegando a la esquina de Arramberri, vi que Ram no se me emparejaba, volví la mirada pero no lo alcancé a ver, baje la velocidad para esperarlo y darle chance de que me alcanzara, Maria Esther y su marido se adelantaron, continué leve y volví nuevamente la mirada y nada de Ram, me preguntaba que pasaba por que venía muy bien, solo me dijo que tomaría Powerade pero nada que se veía, llegué al letrero del km 37, dije ya me faltan solo 5 km, ya la hice, me siento de poca, me gritaba a mí mismo ánimo Raúl, ánimo! Ya llegaste ¡! De nuevo un check up express, y mi resultado fue que los dolores que tenía no eran graves, peor había pasado en la bicicleta y mucho peor el día del entrenamiento de los 32K en la carrera de NIKE. Pensé varias cosas, tenía que tomar una decisión: a Ram no le pudo haber pasado algo grave porque me hubiera dicho, así que ¿o retomaba el paso que traía y/o daba oportunidad para que Ram me alcanzara o le metía velocidad para hacer un sprint final y recuperar tiempo? Recordé que mi primer objetivo era terminar los 42K y el segundo hacerlo en máximo 4:20 hrs, habíamos venido a un paso más lento al cual entrené y haciendo cuentas rápido vi muy complicado recuperar mucho tiempo y con la posibilidad de que los dolores se complicaran y me surgiera alguna lesión y/o calambre……así que dije, bueno el tiempo quizá no lo recupere pero mejor me voy a la segura y termino bien aunque unos minutos más del objetivo, what the hell!! Mantuve el paso constante sin forzar la máquina, a bajas revoluciones para mantener la eficiencia en la quema de combustible y bajas emisiones contaminantes.
Mas a delante vi a un compa del equipo Powerade de Mountain Bike, que estuvieron apoyando logísticamente durante todo el recorrido, le grite, se acercó chocamos la mano y me animó a seguir, me dijo ya llegaste, te falta cualquier cosa, así es! le dije. Nos despedimos. Ya para entrar al Paseo Santa Lucía, había otro punto de hidratación y también de animación, el tono de los comentarios eran de ya llegaste, te falta muy poquito, etc., les grité ánimo porra!!! Y se me acerco una rubia muchacha y me dijo muy emocionada: Raúl esa es Actitud!!! Gracias le respondí. Entramos a la zona del río y estaba el letrero del km 38, le tomé foto y dije ya fregué, solo faltan 4k, ya lo terminé me decía, y me reafirmaba, vienes entero, vienes entero ¡! Desde luego sin pensar en los dolores que me aquejaban, dimos la vuelta y ahora si venía junto al río, ya había mucha gente caminando, otros tirados estirando las piernas, algunos mas cojeando y yo solo pensaba, la pared no existe, esto ya me la persignó, recuerdo que en mi entusiasmo pasé junto a señor que venía caminando y le dije: ánimo, ya llegamos!! Échale, échale ¡!! Volteó la mirada como de pocos amigos y me dijo medio molesto: estoy acalambrado wey !! Solo pensé, no pos que buena actitud, ahí síguele. Km 39, otra foto, mas me reafirmaba, ya solo son 3 y sigo entero!! Le piso o le sigo igual? Me volví a preguntar, unos respiros profundos, le mandé oxigeno a mis chamorros, era una subidita insignificante y lo que nunca, me dolieron las nachas, dije cómo??? Nunca me habían dolido, solo cuando me inyectan, volví a respirar, medio me di masaje, y dije, acelerar está descartado, mantuve el paso.
Por fin entramos al parque Fundidora, ya solo falta concluir la vuelta del circuito para acabar con un sueño que estaba a punto de convertirse en realidad, vi la marca del km 40, mas reafirmaciones, me preparé para tomar la foto pero algo no estaba bien, había alguien acostado que echaba a perder la foto, aún así la tome, enseguida estaba el pabellón de Ternium, música, mariachi con sancos, y mucha alegría, nuevamente las palabras de aliento eran de ya llegaste, te faltan dos, etc. Tomé foto, gracias porra les gritaba y me correspondían ¡!!
También ya he corrido varias carreras en ese circuito así que casi me lo sé de memoria, buscaba la marca del km 41 pero nunca la vi, no sé si me distraje o que pasó pero del dolor ni me acordaba, otra vez pensé, ¿Cómo celebro la llegada? ¿Cómo??? En esto estaba cuando veo la marca del km 42, dije ah chihuahua! Tomé la foto pero estaba muy cerca y una persona se me atravesó, así que no salió, chín!!! Dije, pero ¿porque 42? Ándale desmemoriado, me acordé, son 42.195, así que solo te faltan 195 metros , solo eran dos curvas en “S”, y de repente veo la Arena MTY frente a mí, dije ahora sí, misión cumplida, tomé la correspondiente foto, la adrenalina se me vino a mil, dije sprint final! Para qué?, no, mejor disfruto los últimos metros.

Di la última vuelta, vi la meta de frente y otra foto, escuché que me gritaron y vi a mis hijos que salieron del lado izquierdo corriendo para alcanzarme, los tomé a cada uno de la mano y seguimos corriendo hasta la meta, solo escuché al del micrófono que dijo: “y aquí viene llegando Raúl a la meta muy emocionado tomado de la mano de sus hijos” Se me vinieron mil emociones a la vez en unas cuantas fracciones de segundo, ver culminado un sueño en realidad, el esfuerzo de las 18 semanas, sacrificios y disciplina que implicaba levantarse los domingos a las 4 AM para salir a las sesiones largas, levantarse a las 5 AM entre semana para ir a nadar, regresar por la noche a casa después de trabajar para ponerte los tenis y salir a correr en vez de cenar con tus hijos o revisarles sus trabajos escolares, o simplemente para compartir con ellos un rato en casa, no desvelarse, incluso dejé la bici de montaña por temor a lastimarme un tobillo ó algo mas grave con alguna caída y no sé cuantas cosas más, pero sabes que, Diosito me tenía reservado un final de película, como los cuentos de hadas, final feliz, por eso no sabía cómo celebrar mi llegada, porque ya estaba dispuesto que esa gran celebración estaría llena de emotividad y júbilo pero sobre todo compartida con mis hijos. Gracias Dios! Dicen que hay que estar loco para correr un maratón, bueno, con mucho orgullo puedo decir que ya formo parte de ese selecto grupo de locura. Gracias Alicia por tu apoyo, entusiasmo y motivación, no solo en estas 18 semanas de entrenamiento, si no en estos 12 años de estar juntos. Te Amo!!!


jueves, 16 de febrero de 2012

DE VUELTA A LAS ANDADAS (MARZO 2008)

Marzo 2008.
DE VUELTA A LAS ANDADAS.


 

En esta semana santa cumpliré precisamente 11 años que tomé la asertiva  decisión de abandonar a la Ciudad de México como mi natal lugar de residencia, para buscar nuevos rumbos y nuevas opciones por lo que además de un par de maletas con la ropa metí al carro otros accesorios de primera necesidad como mi estéreo, TV, y desde luego mi bicicleta; el destino era a través de la tristemente célebre autopista del sol al paradisíaco puerto de Acapulco de Juárez, lugar donde me había empleado desde la gran Tenochtitlán.

Habiendo practicado felizmente la delicia de montar una bicicleta de montaña por diversos senderos entre bosques, ríos y diversidad de espectaculares parajes que se ubican alrededor de la gran metrópoli, debía buscar los nuevos retos que el puerto esconde en lo más recóndito de sus montañas.

Todo inició con una bicicleta genérica que adquirí por las calles de San Pablo, en el meritito centro de la ciudad de México, lugar donde se encuentran un gran número de tiendas de refacciones y bicicletas, pues en México, basta recorrer  dos ó tres calles para buscar algo en especial, pues todo esta organizado para que el comprador no ande buscando por los cuatro puntos cardinales de la urbe más grande del mundo, me explico: Si quieres comprar por ejemplo lámparas o material eléctrico, te vas a la calle de Victoria y a lo largo de esta podrás encontrar infinitas opciones de calidades y precios, si busca un buen casimir, te vas a la calle de Isabel la Católica ó bien si buscas un libro, recorres la calle de Fco. I Madero donde están el grueso de las librerías,  y ya que lo conseguiste, puedes hacer una escala técnica en “La Ópera” y tomarte una cerveza bien fría en la barra y admirar la belleza del tallado de la madera sin olvidar el ojal que dicen los de ahí, hizo mi General Pancho Villa en el techo al detonar su arma en una de sus visitas, pero si inicias desde el eje Central hacia a la plaza de la Constitución, puedes parar en “La Puerta del Sol” y pedir una “Hierbabuena” machacada a mano, con jarabe, limón, vodka, un poco de Vermouth rojo y unas dos o tres gotas de Fernet, muy fresca sobre todo si andas medio credo, en fin, si buscas una bicicleta o refacciones, te vas a las calles de San Pablo, barrio bravo y también de ofertas para los placeres carnales.

Bueno, pues ésta bicicleta la compré con la técnica del ojo, es decir, la que más le agrado a mis pupilas, cromada, rodada 26 como debe ser (ahora se están poniendo de moda las rodada 29), y llantas con buenos tacos para no errar en la tracción y puro acero, es decir, bien maciza….

Mis primeras incursiones en el ciclismo de montaña fueron al Desierto de los Leones, rumbo a la carretera a Toluca, lugar donde había escuchado que existían  senderos para los gustosos de éste deporte extremo, incluso, se decía que el Dr. Zedillo,  acudía a este lugar en su calidad de Preciso de la nación a pedalear con todo y guardias del Estado Mayor, yo por el contrario, inicié solo con mi soledad, bueno ni tan solo, porque varias veces me acompañó mi fiel escudero “Hooker” un precioso labrador negro, y fue hasta entonces cuando me di cuenta de muchas cosas, pues como dicen los psicólogos sobre el proceso de aprendizaje, era un Incompetente Inconsciente pues ni tenia la condición física necesaria y las habilidades que ésta demanda ni sabia de las bondades y beneficios de una buena bicicleta de montaña.

Eventualmente comencé a ir a pedalear con mi cuñado, con algunos ex compañeros de labor y luego convencí al enano ( Freddy para los cuates) de comprarse una bicicleta, como siempre hay una primera vez, el Enano se compró una “Turbo” azul ciclamino, así es, en San Pablo, que tiempo después cambiara por una Cannondale, en fin, fue un ex compañero del banco donde laboraba que compró una segunda bici más galletona desde luego, y me dijo, te vendo la mía,……mmhhh, déjame probarla le conteste como argumento de objeción pues no tenía planes de cambiar la mía, cromada y pesada para aguantar los fuertes golpes de las rocas en los senderos,  creo que cuando le dije eso, el pensó para sus adentros, ya cayó. Acordamos que el siguiente fin de semana se llevaría las dos bicicletas y yo dejaría la mía en casa para la mentada prueba.

Llegamos puntuales a la cita en el Desierto de los leones, bajamos las cletas del carro e iniciamos la marcha cuesta arriba, yo venía pensando si era mi imaginación o que no me había aplicado unos quiebres la noche anterior, pero la sentía  sumamente ligera, al momento de llegar las fuertes pendientes de ascenso, bastaba un clic en la palanca de cambios para que la cadena brincara al siguiente engrane sin chistar, con la mía debía ejercer suficiente fuerza y con varios tronidos por el esfuerzo de la cadena en tensión por la subida para que por fin cambiara de velocidad y mantener el ajuste centrado. Creo que no habíamos recorrido más de dos kilómetros cuando ya estábamos negociando el precio.

Se trataba de una bicicleta, nada profesional pero si con muchas ventajas, era una Haro Vector 4, con cuadro de CroMo, grupo de frenos y cambios Shimano Alivio, rines de aluminio, frenos en V, etc., etc. Suficiente para mi para aventar a la basura a la diosa cromada.  De ahí para adelante, no deje de montarla, incluso, le compré una Horquilla  con suspensión, eso sí, era Rock Shox.

Por aquellas épocas, “El Pato” de Alba, era vecino, y todos los fines de semana sacaba su bici Huffy para pasear con sus hijas y siempre le decía Patito: ¿cuando vamos al desierto de lo Leones? Y así durante varios meses hasta que por fin, la terquedad de un servidor y/o la pena de siempre negarse finalmente cumplieron su cometido, aceptó y dijo, sale vamos el próximo fin.

Al regreso, los comentarios del Pato se resumieron a Íngao!! Como no  te había hecho caso desde antes, y la verdad, el que prueba, repite, a pesar que siempre la primera vez no es tan agradable como uno quisiera.

En las fechas siguientes, al grupo continuó adhiriéndose uno que otro, entre ellos, el Toby de Alba, es correcto, hermano del Pato,  alguna ocasión concurrió con debut y despedida mi hermano Willy y Mauricio “el Suizo” Asali allá por las tierras del Edo. MEX.  En Condado de Sayavedra,  al final, no fallábamos Freddy, el Pato con su bici de “Il. Postino” (apodo ganado a pulso por la película del mismo titulo que entonces estaba en cartelera),  el Tobi y un servidor, por cierto, el Toby era el mas ruco pero el de mejor condición.

En esa zona nos aventuramos varias veces por rutas en las que nunca habíamos pasado, el GPS que era de procedencia militar solo se utilizaba en la aviación comercial, así que eso simplemente era hablar como de algo del futuro. La aventura y la ancestral brújula nos permitió conocer nuevas rutas, parajes solitarios pero al final, todos los caminos llegan a Roma y estas rutas se interconectaban unas con otras, cruzábamos ríos cuando el cause lo permitía, descendíamos a toda velocidad por valles y senderos estrechos, subíamos pendientes verdaderamente empinadas, a una de ellas la bautizamos como la rompe corazones pues al llegar a la cima, sentíamos que el corazón se nos quería salir del pecho, en fin, recorríamos 25 o más kilómetros estilo cross country, pura felicidad.  La mayoría de estos caminos eran dosis de oxígeno puro con aroma a pino y tierra mojada, una delicia para el gusto del olfato y los pulmones, sobre todo cuando el resto del tiempo lo vivías revisando los índices  de los puntos IMECAS.

Pues bien, toda esta felicidad esto se acabó cuando llegué al puerto de Acapulco, a pesar de que la bahía está rodeada de cerros, nunca quise a aventurarme solo más allá del otro lado del embudo de montañas que conforman al puerto,  yo vivía en la parte alta de Caleta, y mis incursiones nunca llegaron mas allá de la quebrada, así que recorría  este camino entre turistas y Acapulqueños en la barra más larga que hay, pues al ocaso del sol, todo mundo se encuentra echando chela en esta zona conocida como Sinfonías del Mar para presenciar este hermoso espectáculo de la madre naturaleza y uno que otro chapuzón de los temerarios clavadistas de la quebrada, hay que reconocer que unos que otros asistentes a esta zona aprovechaban la oscuridad y se les veía en pleno faisán.

Bueno, de ahí para el real, la vida continuó su curso, crecí más (a lo ancho), me casé y me multipliqué, cambie varias veces de ciudad, etc., etc., en fin, tantas cosas que pueden suceder en 11 años, pero nunca,  en serio, nunca dejé de pensar en cuando volvería a pegarle a la bici de montaña. Llevo casi 7 años en Monterrey, conocida también como la ciudad detrás de las montañas y fue apenas el año pasado que comencé a tomar más en serio la posibilidad de adquirir nuevamente éste fabuloso hábito de andar en bici, solo que tenía que contemplar la idea, de que además de la edad, contaba con  por lo menos con 15 kilos más de lastre.

Me di a la tarea de iniciar con un programa de acondicionamiento físico antes de pensar en la compra de una nueva bici, las que tenía (en Cuernavaca compré una de doble suspensión pero nunca la usé), se las había vendido en una verdadera ganga al Géras de Alba para que se paseara con la familia por el malecón jarocho,  así que regularmente, comencé por salir a caminar por las mañanas y trotar un poco, y al decir poco me refiero a que no llegaba ni a los 4 minutos de trote realmente ligero, mi condición estaba realmente de la fregada pero le seguí, así hasta que llegó el invierno y pues no me quedó otra que subirme a la bici estática y en la caminadora eléctrica haciendo una combinación de ambas.

Al inicio de este 2008 le puse fecha límite y me propuse que para antes de semana santa debía tener mi nueva bici, la condición física actual no es la mejor de todas, pero creo que es suficiente para no abandonar la idea al segundo pedalazo ni poner en riesgo mi bomba del fluido hemático, por cierto, también me hice análisis de colesterol y triglicéridos de los cuales les di parte hace unas semanas.

Las calles de San Pablo ya no estaban dentro de la opción de compra, así que había que utilizar la tecnología tan común en estas épocas y comenzar la búsqueda del nuevo velocípedo. Revisé varias páginas de los principales y más reconocidos productores de éstos vehículos. Luego, fijé el presupuesto, ubiqué la tienda y finalmente  le puse punto final a la compra.

Ese día llegó ayer sábado, con una semana de retraso sobre lo planeado, pues no contaba con que la tienda estaba cerrada los domingos. Salimos a las 6 AM pa´l otro lado y algunos vecinos seguían de trasnochados jugando en su cochera, esta vez cubilete y despertando a los demás vecinos al golpear el vaso sobre la mesa, según comentaron después algunos que sufrieron de insomnio, así que habrá que cambiarles los hábitos a esto pelados o mínimo, esconderles el cubilete, al fin las cartas no hacen ruido, solo las fichas cuando llega el momento del  All in.

 Creo que mis retoños estaban más emocionados con la cuestión de la compra de la bicicleta, tanto así que a uno se le ocurrió decirle al tendero al momento que se acercó “mi papá va a comprar una bicicleta” mandándome a la ruina con cualquier posible negociación de descuento ó equipo adicional que pudiera yo solicitarles.

La elección no fue difícil, pues ya traía en mente ciertos modelos y marcas aunque los precios si difieren de los mostrados en la súper carretera de la información a los etiquetados directamente en la tienda. Debo reconocer que me sentía como en agencia de autos, el trato fue bueno y el vendedor amable, incluso me ofreció prueba de manejo,  le di una vuelta por el parking lot y le dije, ok, pónmela para llevar y dame el mayor descuento que tengas como buen Mexican Curios pues el regateo es obligado ante cualquier compra. El cuate me ofreció ponerle “liners”, le contesté, no los conozco, hace diez años no  se usaban, resulta que son unas bandas planas que se ponen entre la llanta y la cámara para evitar pinchaduras……pregunta obligada ¿how much? $19.90 ah k-brown le contesté,  ¿acaso viene con todo y llantas? , se limito a contestar con una sonrisa, ta güeno, pónselas… ¿Dónde tienes las computadoras? Acá en el mostrador, las vi como menú de Restaurante de lujo, de derecha a izquierda…quiero ésta, la más decorosa de precio,  ok Sir,  tengo esta otra que el cable es de uso rudo, es especial para bici de montaña, y también está ésta que es wireless…. no gracias, ponle la ruda. Algo más? Si, la cuenta por favor, No Sir, me refiero a algún otro accesorio, todo lo que usted adquiera se lo  instalamos for free,  útaaa! ¡Que ganga!!! Por ahí hubieras empezado…. Acorde pasar más tarde por la bici mientras  le bajaban la máquina, transmisión y suspensión para instalarle los “liners” y la computadora de viaje, así que me lancé al Wal-Mart por el porta bicis.

Preocupado por no levantarle sospechas a mis amigos del SAT, opté por no hacer uso del porta bicicletas que acababa de adquirir así que me di a la tarea de quitarle las llantas a la burra y la metí a la cajuela. Las probabilidades de la luz verde son de 7 en 10 aproximadamente, pasé los dos semáforos con luz ecológica.  Ya fregué, me dije a mi mismo después de la segunda garita. Después investigué y es un artículo que no causa arancel.

Llegamos a MTY por ahí de las 19:30 horas, y como niño con juguete nuevo, armé el porta bicis y de inmediato se lo monté a la cajuela del carro, ahueve tenía que estrenar a la mañana siguiente. Me metí a dormir como niño en la víspera de Navidad para que la noche pasara rápido y al día siguiente correr al pino a buscar los regalos de santa. Yo corrí a los pinos, pero de Chipinque.

Me levanté a las 6:00 AM, esta vez no había vecinos escandalizando,  me bañé, me puse el disfraz de ciclista, y a las 7:00 AM ya estaba en el Súper 7 más próximo, agarré un Gatorade de litro, me serví un café americano para activar el puerco (muchos corredores toman café por que dicen que la cafeína les proporciona energía adicional, aunque según los estudios, la cafeína es un vaso constrictor y cuando corres o te ejercitas, el cuerpo hace lo contrario, expande las arterias para que la sangre pueda fluir mejor e incrementar el intercambio de oxígeno, sin embargo, esos estudios han concluido en que los deportistas que ingieren su pequeña dosis de cafeína previo al ejercicio han tenido significativamente mejor rendimiento), puerco? perdón quise decir el cuerpo, pagué   y listo, salí rumbo al parque ecológico de Chipinque.  

Pasé cada tope con sumo cuidado para que no se lastimara la bici ni el carro, al comenzar el descenso de la loma larga para entrar a Gómez Morín, delante de mi, reata!!! Tómala barbón, chocó una huerca no tan huerca con su creo León SEAT contra el muro de contención dando trompos, me paré a un lado, le pregunté desde mi carro (de wey me bajaba por aquello de los despistados saliendo de la curva y en bajada) ¿Cómo estas? Para mi suerte no me contesto  ¿pues qué no ves wey?!!, se acercaron otras persona a auxiliarla, estaba bien pero medio atolondrada, yo seguí mi camino pensando: por cuestión de segundos y me hubiera llevado la fregada con todo y bici.

Llegué a la caseta de la entrada al parque de Chipinque:
 ¿Cuánto es? Le pregunté al Oso Yogui en modalidad de Cajero,
 ¿Tienes placa de la bicicleta?, No soy primerizo…
Ok., estaciónate ahí, tienes que pagar $120 de la placa y llenar un formato.
Listo, por esta vez, el carro no paga, la próxima son $30 del estacionamiento, la placa de la bici es por un año.
¿Dónde están los senderos para bici?
Aquí adelante está el estacionamiento y a 80 metros esta la entrada del primero, ahí le puedes preguntar al guarda bosques por los demás.
10 – 4, gracias, contesté.

Arranqué y adelante del estacionamiento divisé una camioneta con bicis y tres batos preparándose para la aventura, por aquí es pensé, es como cuando ves un puesto de comida con bastante gente y dices han de estar buenos estos tacos, ésta técnica no falla; me estacioné junto a la camioneta, y uno de ellos buena onda la hizo de viene viene porque habían unas piedras a manera de muro de contención contra el precipicio.

Me baje del carro, bajé la bici, guarde el porta bicis y poniéndome el casco me acerqué con los que estaban poniendo a punto la presión de las llantas:

Que tal buenos días, la neta, soy nuevo, es la primera vez que vengo aquí, ¿Qué ruta me sugieren?
Me contesto en friega uno de ellos, pues, si es tu primera vez dale por la carretera…… ¿Queeeeé? Me dije para mis adentros, mi primera vez y por la carretera, no jales….
Bueno, es la primera vez que vengo a Chipinque pero ya tengo cierta experiencia, solo que hace como 10 años que no le doy a la montaña.
Nosotros vamos a agarrar la brecha del Chile, está mas o menos, ¿no se que tanta condición tengas?
Pues leve, aún no soy maratonista pero alguna ruta tranquila si la aguanto…
Esta ruta (la del chile) es de 3.5 Km y la recorremos en 45 minutos, por la carretera son 7.5 Km pero no está tan empinada….
De inmediato saqué conclusiones sobre las experiencias pasadas, dije 3.5 Km contra los 25 que recorríamos, mmhhh, esta bien, 45 minutos, si la hago, a fuerza que sí.
Sale esta bien,  ¿no hay bronca si me les pego?, total, si esta cañón me regreso..
No te puedes regresar, es en un solo sentido porque es un camino estrecho, pero como quieras,  no hay bronca.
Otro de ellos me contesto: nosotros venimos a disfrutar, no te creas, también nos paramos a descansar y ahí nos la llevamos tranquila, venimos a pasarla bien, a disfrutar.
No, pues ya esta, yo los sigo por que no traigo GPS, contesté.

Listo!  Dijo Rubén, en nombre sea de Dios, se persigno y le dimos rumbo a la brecha, a la entrada nos detuvimos y comentó Carlos, vamos a darle un kilómetro por la carretera para calentar y no entrarle fríos, la vez pasada así lo hicimos y nos fue mejor, ya está,  confirmaron los demás; para cuando llegamos al punto donde daríamos vuelta para regresar a la brecha, ya me habían sacado como 40 metros.

Saben que, les dije, creo que mejor le sigo por la carretera, si aquí ya me sacaron ventaja, allá voy a dar pena…
No hay bronca, como tu te sientas; si gracias, le voy a dar por aquí.

Siempre es importante atender a las recomendaciones de los que saben, y en este caso, yo no sabía nada de Chipinque, si me preguntas de las rutas que conozco les puedo dar santo y seña, pero cuando no sabes, es mejor preguntar y aceptar las recomendaciones.

Nos despedimos, no sin antes que Alejandro me dijera, tienes muy bajo el asiento, súbelo a la altura de tu cintura para que no te duelan las rodillas, sale, gracias por el tip, en lo personal yo sabía que con tener la pierna extendida en la parte mas baja del pedal era suficiente pero, en realidad, sentí mejor la posición.

También me dijo, si quieres anotar mi celular, nosotros normalmente nos hablamos los viernes para ponernos de acuerdo por si quieres pegarte, desde luego que sí, repliqué,  saque el Nextel y grabé su número. Esto es lo fregón de la raza que le pega al ciclismo de montaña, es alivianada, pero ellos tres se portaron a toda madre con un servidor. Así era nuestra convivencia en México, nos apoyábamos cuando se nos atoraba algo como una pinchadura, se desajustaban los cambios, etc., no solo entre los que íbamos juntos si no también con los que nos encontrábamos en el camino. Esta es la camaradería que se da en este deporte.

Continué pedaleando ya solo, la subida es de ligera a moderada pero constante, me la lleve entre la 1ª y 2ª velocidad, ocasionalmente la 3ª pero sin dejar de pedalear, curva tras curva, no le veía el fin, había gente caminando, otros corriendo y un tanto más pedaleando.  Cuando la computadora registró por ahí del kilómetro 5 tuve que hacer una parada para alivianar las piernas y echar unos tragos de la bebida re-hidratante que llevaba, reinicié casi sin descansar, hice otra pequeña escala adelante de un lugar llamado Canoas, otros cuantos tragos y síguele papá, ya estaba muy cerca de la cumbre. Por fin y después de un poco mas de una hora de camino desde abajo llegué a la meseta y me encontré con otra ruta para bicis, el letrero marcaba 2.8 kilómetros, descansé como 3 minutos, me eche otros buches de agua y dije, ya estoy aquí y esto es lo que quería, tierra y piedras en lugar de pavimento. Le pregunté a otro k-ón, ¿Qué onda? ¿Es un circuito ó le puedes dar de ida y vuelta? Medio petulante el bato me contesto que de doble sentido, dije, por eso viene solo el k-on, medio mamilón, éste no cuadra con la raza bicicletera.

Puse la bici al otro lado de la cadena para que no pasen los carros e inicié la pedaleada, el camino era medio plano, eso sí, rodeado de pinos y de un precipicio sin olvidar las piedras que se asomaban una tras otra en el camino amplio, pero no se si era lo emocionado que estaba pero se me acabo el camino muy rápido, ya había recorrido los 2.8 KMS que marcaba el letrero, me detuve en una conjunción de brechas y dije, ¿y ahora pá donde?, empezaron a llegar otros monos en bici, ya había uno , luego llegó otro y así, era como un grupo de 6, en eso que llega el que me encontré en la entrada, dije, ya valió, en eso me pasaron dos chavales que iban con su papá y no se detuvieron, siguieron una bajada que metros adelante se convertía nuevamente en subida, pensé, pues por ahí es, así que le di otra vez, más adelante los alcancé donde iniciaba una subida más perrona, se habían detenido a descansar, me puse a platicar con ellos y continuamos, pero unos cuantos metros, nos bajamos de las bicis y le seguimos caminando.

Le pregunté al Padre de familia cuarentón ya pegado al cincuentón y con unos buenos kilos encima, no recuerdo su nombre pero también muy buen tipo, ¿que tanto más larga era la ruta?, me contestó, no,  no es mucho…..pero llega hasta “El Pinal”, de ahí ves el cerro de la silla al mismo nivel, dije que??? Pero aquí adelante hay un lugar con una vista muy fregona,  le descansamos un rato y luego le seguimos. Pues sí, llegamos a ese lugar echando el bofe,  descansamos un rato y me dice el amigo, ya me recuperé vamos a seguirle, ya falta muy poco, yo sinceramente ya sentía las piernas como que querían salir de ahí por piernas precisamente, le conteste,  sabes que? Yo paso, yo ya voy para atrás, vengo desde la caseta y ya estoy como que me quiere cargar el payaso….No manches!!! Vienes desde la caseta? No, no, no, estás cañón, yo pensé que venías de la meseta como nosotros, mis respetos para ti. Gracias pero yo paso sin ver,  ya voy pa´tras, ¿quieres agua? me pregunto, pues… aquí traigo las últimas báchas de gatorade le contesté..…mi´jo dale una botella de agua a Raúl, abrieron un back pack, traían agua como para toda la semana.

Nos despedimos, y quedamos de vernos para la otra, tomé unos cuantos tragos de agua y dije, ahora sí, a disfrutar de la recompensa de la subida, del premio al esfuerzo, del sabor de haber llegado al objetivo, ajuste la suspensión para que estuviera un poco más adecuada al descenso, no muy rígida y dije, ahora sí, que diosito me agarre confesado. Después de 11 años estaba listo nuevamente, ahí mismo en Chipinque, preparado para iniciar uno de los más gratificantes, estimulantes y emocionantes momentos que pueden haber en este mundo, sentir la adrenalina,  la tensión de todos los músculos en el cuerpo, la velocidad, las llantas derrapando al llegar al final de las rectas para tomar las curvas casi de 180 grados, sortear las piedras para no caer al precipicio, sentir el aire fresco en la ropa mojada por el sudor producto de la esforzada subida …….creo que no hay palabras para describir la emoción que dan éstas bajadas, quien lo ha hecho sabe a lo que me refiero.

En menos de lo que canta un gallo, me encontraba nuevamente en la intersección de los caminos donde decía yo ¿y ahora para donde? Me eche otros buches de agua, pues con tanta emoción se reseca la boca, pero aún faltaba 2.8 Km. para llegar a la carretera. Inicié con el siguiente tramo, después de una subida regular, sentía que los músculos de las piernas no daban para más, luego otro tramo de bajada, volví a pedalear y sentía que era inminente el calambre en ambas piernas, pues  aunque es bajada, no vas sentado porque la bici va rebotando por las piedras y la tensión es en ambas extremidades, superiores e inferiores, dicen por ahí No Pain, No Gain, creo que yo me excedí mucho en el Pain, pero el Gain cobró su factura y fue en Euros; en las zonas planas pedaleaba leve para aflojar los músculos, así hasta que la emoción se terminó cuando llegué a la meseta, pero faltaba el postre, la parte final: 7.5 KMS de caída libre, bueno, era momento de probar nuevamente los frenos y bajar por la carretera pavimentada, se agarra más velocidad pero la emoción ya no es la misma. La computadora registró como velocidad máxima 48.5 Km/hr, y eso que ni le pedalee.

Por fin llegué hasta donde había dejado el carro, me baje de la bici y di gracias porque no había pasado nada grave, el dolor de los muslos era insoportable, hice unos cuantos estiramientos, un poco de masaje, subí la bici al carro y me reporte a la central, ya tenía dos llamadas perdidas, eran las 11 AM, más de 3 horas de intensa emoción y sufrimiento y 24 kilómetros recorridos.

Aunque no lo crean, tenía temor de sufrir un calambre manejando de regreso y estar expuesto a la posibilidad de un accidente, afortunadamente nada pasó, le subí al volumen del radio escuchando canciones de los 90´s que estaban transmitiendo, y acordándome cuando regresábamos a casa hace 11 años,  creo que era más la felicidad de haber logrado algo que venía postergando por diferentes motivos que el recuerdo mismo, pero muy contento y satisfecho de haberlo cumplido, solo me tarde 11 años, pero como dicen, más vale tarde que nunca, ¿y saben que?, de mi artritis ni me acordé.

Si Dios quiere y mi biela me lo permite, el próximo domingo, ahí estaré pasando lista. Espero ver algún día a todos los que hayan llegado hasta el final de éstas líneas  por allá en la montaña para compartir estos fabulosos momentos. Por lo pronto, Jaime ya desempolvó su bici y Carlitos y Juan Ramón están más que apuntados, ojalá se sumen más a esta soberbia experiencia. A mis hijos jijos  es hora de enseñarles a andar sin ruedas auxiliares, pero por lo pronto, ya volví a las “andadas”.

Hasta la próxima!!