Semana 3: Aprendizaje, Cumpleaños y Triatlón.
Peso Actual: 80 kg
Distancia de la Semana: 10 km
Distancia Acumulada: 42.5K
Esta semana fue de recuperación,
en esencia teórica, pero la realidad fue otra, el plan contempla dos semanas de
incremento y una de recuperación, así es la mayor parte del entrenamiento para
dar oportunidad de recuperarse. Corrí
mucho menos de lo que dice el programa por mi supuesta lesión.
Después del 15K del día de Padre,
tomé las cosas con calma, pensé solo en correr un poco el martes y nadar o
hacer bici, y el resto de la semana tranquilo para el evento del sábado que me
esperaba y que yo esperaba con ansia hace ya más de un año, mi entrenamiento no
fue regular al menos no como lo hice el año pasado.
Pues bien, el martes fui a correr
por la mañana para aprovechar que estaría con mejor temperatura que por la
tarde, eran pasadas de las 6 AM cuando salí, sin embargo, en el ambiente habían
25° centígrados, pero con algo de humedad, casi no tuve dolores en el pié
lastimado, de hecho fueron casi inexistentes cuando auguraba alguna sensación
mayor, aún así corrí despacio, muy despacio, solo 5K pero la humedad matinal
demando sudoración adicional.
Ya de vuelta a casa me encontré a
Fer saliendo del fraccionamiento, nos saludamos a lo lejos, y ya entrando a la
calle, Geremy salía en su auto nuevecito de paquete, se detuvo y nos saludamos,
me dijo, en la noche vamos ir a pedalear
Charly y Rafa, ya sea a Chipinque o a la
pista de Mederos, le dije, ok, yo ya voy de descanso pero igual los acompaño, acordamos confirmar mas tarde.
Al medio día, después de comer,
estaba subiendo la bici al rack, Rafa salía de su casa y de igual forma hacia
sus preparativos, por lo que sugerí llevarme su bici para que no instalara su
rack, así lo hicimos.
Poco después de las 6 de la tarde
me marca German, me dice está lloviendo por
acá pero son unas gotas, al rato se pasa, ok, le digo, aquí traigo la
bici de Rafa, allá nos vemos, sale.
Dos minutos después me llama Rafa
y me dice, que onda? Se va ha hacer? Le
digo si, me responde es que ya está lloviendo y las nubes no se ven pasajeras,
están muy oscuras…
Vuelvo a hablar con German y le
digo que Rafa no quiere ir, así estábamos como teléfono descompuesto, me asomé
a la calle y efectivamente estaba comenzando a llover y había mucho viento, me
regresa la llamada Rafa y me dice: Ruly, ya no vayas, ya se canceló, German se va
para Mederos….(PRIMER AVISO)
Bueno, le dije a Rafa, vamos al
parque Niños Héroes, ahí le damos un rato, me agradeció pero también me declinó
la propuesta pero quedó de ir por su bici ahí mísmo. Minutos más tarde, salgo
de la oficina y había un viento impetuoso, pero también mucha tierra y basura
volando por doquier…me dije, no, así no voy, con ese viento y respirando tierra
y no sé que mas partículas, no tiene caso, así que le hablé a Rafa y le dije
que mejor no veíamos en casa. (SEGUNDO AVISO)
Ya en camino a casa, le llamé a
Alicia, me dijo que se habían ido a un partido de futbol, eran alrededor de las
7 PM, normalmente el equipo juega a las 4 PM así que nunca tengo oportunidad de
asistir por lo que sin pensarlo le pregunté donde era y le dije voy para allá!
Giré el timón y marque las coordenadas al destino.
Me da mucha risa ver como esos
juegos cuentan con Directores técnicos de sobra, o más bien técnicos individualizados
pues Padres y Madres, pero más los Padres, no dejan de gritar y dar
instrucciones a sus propios consanguíneos los cuales no saben qué hacer, si
hacerle caso a su papá o al entrenador, así están, todos contrariados, yo
solo observaba y reía, algunos chavales
estaban más espantados por obedecer a su papás que al mismo entrenador, serán
las frustraciones que llevaran dentro? Yo solo grité un par de ocasiones pero
en sentido de ánimo, jamás de dar instrucciones o sancionar al pobre chaval, en
fin, el juego terminó pero venía la premiación pues quedaron en 3er lugar de la
liga, así que había convivio preparado.
Después de las medallas y el
trofeo, me retiré pensando que todavía había luz y no perdía esperanza de salir
a pedalear un rato, por lo que me fui casa. Una vez ahí, salió Rafa y le
entregué su bici, bajé la mía del rack y noté algo, la llanta trasera no tenía
nada de aire, se me hizo raro, al medio día las había checado y calibrado, se
me hizo muy extraño (TERCER AVISO).
Saqué la bomba de aire, le di la
presión acostumbrada, vi que no había aparente fuga, dije voy darle un rato
para ver si se vuelve a bajar. Así lo
hice, me aliste y salí, rodé algunos kilómetros, muy pocos, cerca de 8, y vi
que la llanta seguía normal, dije, bueno termino los 10 km y me voy a casa,
andaba rodando por una zona nueva sin tráfico, solo obras de casas nuevas,
conocí algunos fraccionamientos cuya existencia desconocía, ya estaba oscuro,
sería alrededor de las 9 PM, las lámparas que uso son mas para que me vean que
para yo ver, así que cuando me disponía al último trayecto “En un
lugar de la mancha cuyo nombre no quiero acordarme”…..sin más ni más, experimenté un retroceso al
estilo Bunge Jump, un desacelere como si aterrizara en un portaviones, el
detalle fue que la cadena de frenado, en vez de ser enganchada por debajo, vino
a dar hasta mis brazos, precisamente en mi antebrazo derecho y mi mano
izquierda….la elongación máxima de la cadena ocurrió en esa parte de mi cuerpo,
afortunadamente el centro de gravedad estaba más abajo y fue lo que impidió que
yo saliera expedido hacia el frente.
Fue una sensación muy extraña,
primero ligera, como si algo o alguien me halara hacia atrás, pero a la vez y
al final, un sobre salto y doloroso
frenado en seco, no me caí, pero me quedé suspendido, solté la bici y me paré a
un lado, el dolor fue en aumento exponencial, primero un gran ardor, luego un
gran dolor que se expandió rápidamente, quise levantar la bici pero entre que
estaba enredada en la cadena y el dolor, la volví a soltar, no pude sacarla, y
la primera cosa que me llego a la mente al sentir mis brazos inutilizados fue:
adiós triatlón, me encolerice, me revise para saber que tanto había sido el
daño, era un dolor o más bien un ardor muy intenso, por fin levanté la bici,
camine un poco, pensé en irme caminando hasta la casa, pero dije, se me va a
enfriar y me va a doler mas, mejor, me voy rondando y muy a mi pesar y sentir,
monte nuevamente a Rocinante y emprendí la marcha…..lo que más me atormentaba
no era el orgullo, ni el dolor, si no que tuviera que disfrutar el triatlón del
sábado pero como simple espectador, no lo podía concebir, veía frustrada esa
ilusión de nadar en el Santa Lucía nuevamente….
Lo que sucedió en casa no es lo
demás ni lo de menos, dejémoslo así, solo basta con decir que retumbaba en mi mente
el famoso anuncio del IFE: Te lo dije, te lo diiiijeeee!!
Pomadas, ungüentos, aplicaciones
de hielo y des inflamatorios fueron obligados, me acosté poniéndome el
congelado frío en la parte posterior de mi siniestra y en el antebrazo de la
diestra, y yo seguí repasando lo sucedido, el dolor no menguaba, llegue a
pensar que tenía fracturado el meñique izquierdo pero aun tenía movilidad así
que lo descarté.
Durante la noche y la mañana
siguiente, le preguntaba a DIOS porque me había sucedido, porque a escasos 3
días del evento me había lastimado? A quien le había hecho daño si a nadie le
deseo el mal? Tomé la biblia, y lo primero que leí fue: “El Prudente y el necio”
(Antiguo Testamento, El Eclesiástico)….con el puro titulo lo comprendí todo!
Fueron al menos 3 avisos, mismos que ignoré, que hice caso omiso, Ruly el necio
en querer pedalear! Otra vez, había sincronismo, avisos, pero no lo advertí o
no lo quise entender, total, no pasa nada…pero si pasó!
Los días siguientes fueron ahora
si de reposo obligatorio, con des inflamatorios, mas pomadas, mas hielo, el día
se acercaba y yo seguía inflamado y adolorido, en mi pierna derecha tenía 4
hematomas considerables, pero esos no molestaban, solo dolían al tocarlos.
Llegó el viernes y con él, mi 44° natalicio, las
felicitaciones estuvieron a la orden del día, feliz y contento con todos a mi
rededor, hubo una felicitación que en especial me hizo el día, fue de Carlos,
mi vecino, con una pequeña reseña del Ruly de antes, y el Ruly de ahora, en
verdad me hizo reír mucho, pero también me hizo reflexionar sobre esa evolución,
ese cambio cuántico, en fin, fue un gran detalle que se agradece y de gran
creatividad.
Este mismo día fue la entrega de
números y la admisión de la bici a la zona de transición, pero también de otro
gran mensaje recibido desde temprano: “16. Mañana marcharéis contra ellos, pues han
de subir por la cuesta llamada Sis, y los encontraréis en la extremidad del
torrente que corre hasta el desierto de Jeruel. 17.No tendréis vosotros que
pelear; manteneos solamente a pie firme con confianza y veréis, oh habitantes
de Judá Y Jerusalén, el socorro del señor sobre vosotros; no tenéis que
temer ni acobardaros ; mañana saldréis
en contra de ellos, y el señor estará con vosotros”. (Antiguo Testamento, Libro
II de los Paralipomenos Capitulo XX)
Con esa lectura, estaba seguro que
saldría a disfrutar del esperado triatlón, el dolor se me olvido y el
entusiasmo se recuperó.
Ya el sábado por la mañana y con
algunos contratiempos propios del estrés y la adrenalina que generan estos
eventos, caminábamos aprisa Alicia y el que escribe por la rivera del rio del
Paseo Santa Lucía rumbo a la zona de arranque de la etapa de natación,
saludamos a algunos conocidos y por fin llegamos, ya más tranquilo, aproveché
para hacer la última escala técnica, anunciaban ya la formación y arranque de
las categorías previas, pronto llamaron a la mía, ya para entrar al agua
recordé el frio de la misma del año pasado, pensé y me dije, solo son unos
segundos y se olvida, entre al agua y para mi sorpresa no estaba fría, así que
no hubo choque térmico de por medio, avance y me ubiqué donde pudiera salir en
línea recta, una cuerda hacia la línea de salida, todos atrás esperando el
disparo, la adrenalina recorriendo el cuerpo, la emoción me invadía y agradecía
por estar ahí, ese era mi regalo de cumpleaños, que mejor que celebrar pero
también agradecer la posibilidad de disfrutar ese momento, buscaba a Alicia
entre la multitud, no la veía, anunciaban la salida de la categoría, todos
aplaudimos, creo que las categorías anteriores no lo hicieron, todos lo nacidos
entre 1968 y 1972 estábamos ahí, prestos, puse un dedo en el botón de mi
cronómetro, mi corazón latía al 100%, visualizaba mi trayectoria cuando por fin
sonó la sirena de arranque, levantaron la cuerda, y me dije voy con todo, inicié
con las brazadas, mi primer pensamiento fue en sentir algún dolor en mi mano
izquierda, la lastimada, no tuve sensación alguna, tampoco en mi antebrazo
derecho, dije gracias Dios!
No pude calentar, así que comencé
a un ritmo en el que buscaba empatar mi respiración con las brazadas, los
empujones comenzaron, ya los esperaba pero estaba dispuesto a no ceder espacio,
paso firme, con confianza, como me lo habían dicho, sin complicarme, fuimos
avanzando, de cuando en cuando, sacaba la cabeza para ver el rumbo, las aguas
cristalinas se volvieron turbias, hubo algunos choques con quienes de repente se detenían, les sacaba la
vuelta procurando no perder el ritmo, trataba de concentrarme en la técnica que
la tenía muy olvidada, mi tiempo en la alberca se había incrementado este año
en comparación con el pasado, sabía que era el reto pero también nadar en ese
espacio era para disfrutarlo, así, brazada tras brazada, seguía mi ritmo, en un
par de ocasiones escuché la voz de Alicia que me alentaba y que me seguía desde
la orilla, siempre a mi lado, en mi mente le agradecía y le bendecía.
Llegué a la zona de los aros con
fuentes, el año pasado pasé justo por debajo de los chorros de agua complicando
la respiración, esta vez tuve que girar unos grados para sacarles la vuelta, no
era el momento de recibir su masaje en mi zona lumbar. De repente, al meter el
brazo izquierdo golpeé con el brazo de
alguien, precisamente con el meñique lastimado, sentí el dolor de inmediato, trate de no ponerle atención, pero el dolor no
cedía, aún así continué, buscaba una boya que sabia esta próxima a la salida,
nunca la ví, el recorrido ya se me había hecho más largo pues el puente en el que ubicaba la boya
ya lo había pasado, el dolor seguía, yo también sin bajar la guardia y continuaba
guiándome con la orilla de la banqueta a mi diestra, otra vez me decía, la
técnica, la técnica, para mejorar el avance y olvidar el dolor, en eso estaba
cuando levanto la mirada y veo a escasos 15 metros el arco de salida del agua, ya
llegué! El año pasado imploraba que se terminara el nado, fue sumamente
estresante para mí, pero esta vez, lo tomé con calma y disfruté la nadada, lo
empujones, la desorientación y el dolor los descarté, iba a lo que iba y ya no
era primerizo
Salí del agua, Alicia me gritó, me
tomó foto, me cargó de energía, verla me motivó aún más. La entrada a la
transición fue lenta, o más bien, larga, había que rodear todos los racks de
las bicis, dejé mis gogles y la gorra, me puse los zapatos y el casco y salí, al llegar al
tapete de registro marque ni parcial en el cronómetro, hasta ahí llevaba 24
minutos, dije no puede ser, venía domingueando en la nadada… jajaja me reí moví la cabeza y monté la bici.
La etapa de bici es divertida y
entretenida, pues hay muchas vueltas cerradas en las que hay que bajar la
velocidad, eso hace que se rompa el ritmo, los jueces decían vienes muy rápido,
vienes muy rápido, bájale, esta resbaloso, en efecto habían muchos charcos,
especialmente en algunas vueltas, me toco ver también unos aspersores abiertos
y echando agua hacia nuestro paso, solo pensé, a quién se le habrá ocurrido
ponerse a regar los jardines a la hora de la competencia? A la siguiente vuelta
ya los habían cerrado, pero obviamente había un charco, en fin, creo que mi
pericia en la bici fue ventaja, los que me rebasan en los tramos rectos les
daba alcance en la zona de curvas, aún así, creo que recuperé algunas
posiciones.
Al ponerme los tenis, me tomé el
atrevimiento y el tiempo para ponerme rápidamente calcetas, no deseaba una
ampolla, así que de inmediato salí, comencé a correr, las piernas estaban muy
inchadas, poco a poco fueron cediendo y poco a poco fui incrementando el paso,
la primera vuelta del circuito fue la complicada, ya en la segunda me sentía
con un mejor paso, seguía avanzando y recuperando posiciones perdidas en el
nado, veía competidores de mi categoría y me proponía darles alcance, así me fui,
para forzarme, a exigirme mas .
Faltando un kilómetro apreté el
paso, y ya más cerca me dejé caer con todo lo que quedaba, finalmente estaba la
meta, escuché nuevamente a Alicia que me gritaba pero no la vi, vi el arco de
llegada, levanté los brazos y otra vez agradecí el momento.
Este mismo sábado hubo reunión de
ex compañeros de Prepa, coincidió en fechas en las que no pude atender este magnánimo
evento ya que debo de decir que además de los grandes amigos con los que crecí en
la infancia, en esta etapa escolar preparatoriana también hice fabulosos
amigos, muchos de ellos en verdad sinceros, de esos para toda la vida, así que
lamenté esta vez no poder estar y departir con ellos, pero ni hablar, la
felicidad Pura y Total es ficticia…..
Ya lo dijo Celia Cruz: Ríe….., llora…., que a cada quién le llega su hora....Azuuuucar!!!