Semana 4
Peso: 77.9 kg
Distancia de la semana: 31.5 Km
Distancia Acumulada: 73.5 km
Esta semana fue semana de
viaje, viaje de trabajo, muchos piensan
que viajar es “cool” pero la realidad es que tu rutina cambia, pensarás que
todo inicia desde las desmañanadas para tomar el primer vuelo, pero no, inician
antes con el rito (juay de rito diría el teacher López Doriga) de preparar la
maleta, luego anticipar la llegada al aeropuerto, sin hay conexión, hay tiempo
destinado para aprovecharlo y revisar pendientes y avanzar con la programación
futura, la actividad es más prolongada en función de lo que hay realizar, los
horarios de comida están sujetos a los espacios disponibles, los cambios de
dieta alteran el sistema digestivo, y así muchas otras cosas pero en fin, la
intensión del comentario es mencionar que a pesar de toda esa actividad también
en ocasiones hay oportunidad de la actividad física, el que quiere, puede! así,
el destino en esta ocasión me llevó a la Blanca Mérida, desde luego que parte
del equipaje preparado incluía un par de tenis, shorts y todo lo de costumbre para
la hora de salir a correr. Debo de decir que en otras ocasiones solo las he
llevado de paseo, pero en esta ocasión hay compromiso de por medio, un plan que
hay que cumplir así que había que aprovechar las mañanas.
La temperatura veraniega estaba cargada
de una densa humedad, según supe después
que llevaban varias semanas con lluvia, de hecho, me tocó que tuviéramos un
retraso al momento de aterrizar dadas las condiciones climáticas del momento
por lo que la 1er oficial de la aeronave, así es, se trataba de una dama
piloto, anunció un paseo por las nubes hasta tener las condiciones adecuadas
para poder realizar una aproximación sin sobre saltos, este paseo fue de no
menos de 25 minutos sobre Puerto Progreso y hacia mar adentro, volando en
círculos, conté 5 vueltas, el Muelle era mi punto de referencia, así que cada
que pasábamos por encima de este contabilizaba un ciclo mas hasta que por fin
la de la voz en la cabina anunciaba que ahora si iniciaría la aproximación a la
pista de aterrizaje, su voz era normal y no como la acostumbrada voz modulada a
manera de comercial con importancia de yo soy el que manda aquí: Buenas tardes
estimados pasajeros, les habla el Capitán America desde la cabina de
pilotos….. jajaja todos se expresan
igualito, se han dado cuenta de ello? en esta ocasión la 1er oficial Jessica se
expreso en un tono normal pero eso sí, muy técnica, solo le falto mencionarnos
los vectores para el aterrizaje.
En fin, volviendo al tema que nos
ocupa, esa misma mañana fue el día en que ejecutaron a tres oficiales del
Policía Federal, pensé que pudiera afectarme dado que cambiaria de avión en la
misma Terminal 2 pero más tarde comentaron que las operaciones continuaban con
normalidad, y en efecto, adentro todo transcurría como si nada hubiera pasado.
El martes fue mi primer sesión,
salí a correr a las 6:30 AM, inicie justo en la esquina del Teatro Peón
Contreras el cual es una chulada de edificio entre muchos que existen en el
centro histórico de Mérida, avance por toda la calle 60, había poco tráfico,
pero mucho calor y humedad, al llegar a la plaza de Santa Ana, percibí el aroma
de algunos platillos de la región y de inmediato vinieron recuerdos a mi mente,
mezcla de aromas que abrieron mi apetito, pero debía continuar así que me seguí
de largo, luego vi frente a mi otro clásico lugar, el Café Impala, volví a dar vuelta a la izquierda para
continuar mi recorrido por Paseo de Montejo,
a mi juicio es una de las avenidas más espectaculares del país con
tantos edificios de bella arquitectura, casonas que denotan la opulencia de la
época en que fueron construidas, grandes jardines a su alrededor, enormes árboles
por toda la avenida, la mayoría de ellos son flamboyanes, y lo mejor, que el
rojo-naranja de sus flores hacían un bello contraste de colores y de luz y
sombra, simplemente iba fascinado disfrutando del recorrido y de todas las
bellezas que componen a esta célebre avenida.
Así continué hasta el monumento a
la Bandera, mismo lugar en el cual mi reloj marcaba la mitad de las distancia a
recorrer por lo que ahí debía retornar, así lo hice.
La siguiente mañana (miércoles)
debía correr un poco mas de distancia
que el día anterior, hice el mismo recorrido y trate de ver ahora lo que había
dejado de ver el día anterior, y es que hay tanto que observar que
definitivamente es imposible poner atención a cada edifico, todos tienen lo
suyo, así el más sencillo llama la atención. Esta vez al llegar al monumento a
la bandera continué corriendo un poco mas allá, seguí por Av. Montejo pero
luego vi una diagonal y recordé que más adelante estaba el estadio, así que
pensé en ir hasta él, pronto, estaba corriendo ahí, había mucha gente haciendo
lo propio, tiene un circuito interior de un poco mas de 800 metros, así que le
di toda la vuelta y volví salir para retornar al hotel, tomé la calle 60, y
salí a la esquina donde se ubica el Smoking Club, los aromas a cochinita y
lechón volvieron a llegar a mí, el apetito se me abrió pero aún así con el
dolor de mi corazón y de mi estómago, continué, subí por el Fiesta Americana
hasta Montejo nuevamente y de ahí el mismo recorrido hasta el hotel donde finalmente
llegué unos minutos antes de las 7 AM.
El jueves, hice prácticamente el
mismo recorrido que el martes, solo que esta vez, el clima era un poco más
fresco y menos húmedo, aún así, acabé nuevamente con la playera escurriendo,
pero sumamente satisfecho de haber recorrido una vez mas y disfrutado del
paisaje urbano que esta ciudad brinda para todos, la aún Blanca Mérida. Ese
día, si hubo torta de lechón y de cochinita de desayuno.
Hoy domingo, la distancia larga a
realizar fue 14.5K, así que me levanté y me fui directo a Chipinque, conforme
me aproximaba, notaba que estaba totalmente cubierto por nubes muy bajas, subí
en el carro hasta Canoas que fue donde me estacioné, el aire era fresco pero no
frio, comencé mi ascenso tras unos leves estiramientos, subí por la carretera
hasta la meseta donde tomé la brecha hacia puerto del aire, todo ese tramo fue
demandante, al llegar a los bebederos tome un poco de agua y continué hacia la
meseta del Epazote, durante todo el recorrido encontré muchos corredores, los
ciclistas aún no llegaban, una vez en el epazote tomé un respiro, nivele mi
ritmo cardiaco que llegó al máximo y comencé el descenso, poco a poco me fui
recuperando, me di cuenta que la subida me había agotado, creo que debo hacer
mas ejercicios de fuerza, mas subidas, había corrido muy planito toda la semana
y a nivel de mar, pero ahora si sudé la gota gorda.
Durante el recorrido sobre la
brecha hubo muchos tramos con neblina
muy densa, la historia se repitió, en Merida me toco también algo de neblina,
sin embargo curioso, de ciudad al bosque del humo de algunos camiones al olor a
pino y otras plantas que destapan los poros y oxigenan mejor la sangre. También
un recorrido que disfrute, fue agotador pero estar en armonía con la naturaleza
es otra cosa, las ardillas salían por doquier, al igual que los pájaros azules
y algunos otros animalitos de la creación que ya ni se inmutan al paso de la
gente.
Bajé nuevamente hasta canoas y volví a entrar a la brecha otra vez hacia
las Moras, avance como un kilometro y me retorne para completar justamente los
14.5K del programa.
En ese lugar, los fines de semana
hay un área donde se practica yoga, aun medio estirando las piernas me acerque
y de inmediato una pequeña dama me invitó a incorporarme a la sesión en la cual
ya había bastante gente, pero le dije no tengo tapete, me dice no lo necesita,
ahí hay varios disponibles, pues ni para donde hacerme, siempre he tenido la
curiosidad de experienciar el yoga y así como el Chicharito Hernández dije: y
por que no?
Me quité los tenis y me uní a la
sesión, estaban precisamente en unas rutinas de equilibrio, mi lugar tenía un
pequeño desnivel, aún así me acomodé y levante la pierna como garza….jajajaja
no podía mantener el equilibrio y eso que llevaba mi collar con tecnología
Phiten 50X, concluyendo que es pura mercadotecnia lo que te venden, en fin, continué
con las posturas y logré un poco mas de
equilibrio, la instructora no dejaba de observarme, quizá por dentro estaba
atacada de la risa, en fin, luego le siguieron posturas de estiramiento, me di
cuenta que yo era un tronco, muy poca flexibilidad, lo bueno fue que lo que se
trabajaron fueron las piernas, tronco y espalda, acepto que debo trabajar mas
para aumentar mi flexibilidad.
Este es el área donde se realiza la clase de Yoga
Disfrute cerca de 40 minutos de
la sesión, lo mejor fue el final, el relajamiento, mi reloj llegó a marcar 87
PPM nada mal después de la actividad que había realizado.
Al final se acercó la instructora
y le dije que de plano estaba como roca, no me podía flexionar mucho, me dijo
que la yoga me puede ayudar y que es cuestión de practicar, lo cual no me cabe
la menor duda. Buscaré la forma de practicarlo, creo que me beneficiará en
mucho.
Me subí al carro y mientras
conducía me sentía sumamente relajado, muy tranquilo y en paz, definitivamente
la sesión de Yoga me hizo llegar a ese estado.
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