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domingo, 24 de junio de 2012

Semana 3: Aprendizaje, Cumpleaños y Triatlon


Semana 3:  Aprendizaje, Cumpleaños  y Triatlón.

Peso Actual: 80 kg
Distancia de la Semana: 10 km
Distancia Acumulada: 42.5K



Esta semana fue de recuperación, en esencia teórica, pero la realidad fue otra, el plan contempla dos semanas de incremento y una de recuperación, así es la mayor parte del entrenamiento para dar oportunidad de recuperarse. Corrí  mucho menos de lo que dice el programa por mi supuesta lesión.

Después del 15K del día de Padre, tomé las cosas con calma, pensé solo en correr un poco el martes y nadar o hacer bici, y el resto de la semana tranquilo para el evento del sábado que me esperaba y que yo esperaba con ansia hace ya más de un año, mi entrenamiento no fue regular al menos no como lo hice el año pasado.

Pues bien, el martes fui a correr por la mañana para aprovechar que estaría con mejor temperatura que por la tarde, eran pasadas de las 6 AM cuando salí, sin embargo, en el ambiente habían 25° centígrados, pero con algo de humedad, casi no tuve dolores en el pié lastimado, de hecho fueron casi inexistentes cuando auguraba alguna sensación mayor, aún así corrí despacio, muy despacio, solo 5K pero la humedad matinal demando sudoración adicional.

Ya de vuelta a casa me encontré a Fer saliendo del fraccionamiento, nos saludamos a lo lejos, y ya entrando a la calle, Geremy salía en su auto nuevecito de paquete, se detuvo y nos saludamos, me dijo,  en la noche vamos ir a pedalear Charly y Rafa,  ya sea a Chipinque o a la pista de Mederos, le dije, ok, yo ya voy de descanso pero igual los acompaño,  acordamos confirmar mas tarde.

Al medio día, después de comer, estaba subiendo la bici al rack, Rafa salía de su casa y de igual forma hacia sus preparativos, por lo que sugerí llevarme su bici para que no instalara su rack, así lo hicimos.

Poco después de las 6 de la tarde me marca German, me dice está lloviendo por  acá pero son unas gotas, al rato se pasa, ok, le digo, aquí traigo la bici de Rafa, allá nos vemos, sale.

Dos minutos después me llama Rafa y me dice, que  onda? Se va ha hacer? Le digo si, me responde es que ya está lloviendo y las nubes no se ven pasajeras, están muy oscuras…

Vuelvo a hablar con German y le digo que Rafa no quiere ir, así estábamos como teléfono descompuesto, me asomé a la calle y efectivamente estaba comenzando a llover y había mucho viento, me regresa la llamada Rafa y me dice: Ruly, ya no vayas, ya se canceló, German se va para Mederos….(PRIMER AVISO)

Bueno, le dije a Rafa, vamos al parque Niños Héroes, ahí le damos un rato, me agradeció pero también me declinó la propuesta pero quedó de ir por su bici ahí mísmo. Minutos más tarde, salgo de la oficina y había un viento impetuoso, pero también mucha tierra y basura volando por doquier…me dije, no, así no voy, con ese viento y respirando tierra y no sé que mas partículas, no tiene caso, así que le hablé a Rafa y le dije que mejor no veíamos en casa. (SEGUNDO AVISO)

Ya en camino a casa, le llamé a Alicia, me dijo que se habían ido a un partido de futbol, eran alrededor de las 7 PM, normalmente el equipo juega a las 4 PM así que nunca tengo oportunidad de asistir por lo que sin pensarlo le pregunté donde era y le dije voy para allá! Giré el timón y marque las coordenadas al destino.

Me da mucha risa ver como esos juegos cuentan con Directores técnicos de sobra, o más bien técnicos individualizados pues Padres y Madres, pero más los Padres, no dejan de gritar y dar instrucciones a sus propios consanguíneos los cuales no saben qué hacer, si hacerle caso a su papá o al entrenador, así están, todos contrariados, yo solo  observaba y reía, algunos chavales estaban más espantados por obedecer a su papás que al mismo entrenador, serán las frustraciones que llevaran dentro? Yo solo grité un par de ocasiones pero en sentido de ánimo, jamás de dar instrucciones o sancionar al pobre chaval, en fin, el juego terminó pero venía la premiación pues quedaron en 3er lugar de la liga,  así que había convivio preparado.

Después de las medallas y el trofeo, me retiré pensando que todavía había luz y no perdía esperanza de salir a pedalear un rato, por lo que me fui casa. Una vez ahí, salió Rafa y le entregué su bici, bajé la mía del rack y noté algo, la llanta trasera no tenía nada de aire, se me hizo raro, al medio día las había checado y calibrado, se me hizo muy extraño (TERCER AVISO).

Saqué la bomba de aire, le di la presión acostumbrada, vi que no había aparente fuga, dije voy darle un rato para ver si se  vuelve a bajar. Así lo hice, me aliste y salí, rodé algunos kilómetros, muy pocos, cerca de 8, y vi que la llanta seguía normal, dije, bueno termino los 10 km y me voy a casa, andaba rodando por una zona nueva sin tráfico, solo obras de casas nuevas, conocí algunos fraccionamientos cuya existencia desconocía, ya estaba oscuro, sería alrededor de las 9 PM, las lámparas que uso son mas para que me vean que para yo ver, así que cuando me disponía al último trayecto  “En un lugar de la mancha cuyo nombre no quiero acordarme”…..sin  más ni más, experimenté un retroceso al estilo Bunge Jump, un desacelere como si aterrizara en un portaviones, el detalle fue que la cadena de frenado, en vez de ser enganchada por debajo, vino a dar hasta mis brazos, precisamente en mi antebrazo derecho y mi mano izquierda….la elongación máxima de la cadena ocurrió en esa parte de mi cuerpo, afortunadamente el centro de gravedad estaba más abajo y fue lo que impidió que yo saliera expedido hacia el frente.

Fue una sensación muy extraña, primero ligera, como si algo o alguien me halara hacia atrás, pero a la vez y al  final, un sobre salto y doloroso frenado en seco, no me caí, pero me quedé suspendido, solté la bici y me paré a un lado, el dolor fue en aumento exponencial, primero un gran ardor, luego un gran dolor que se expandió rápidamente, quise levantar la bici pero entre que estaba enredada en la cadena y el dolor, la volví a soltar, no pude sacarla, y la primera cosa que me llego a la mente al sentir mis brazos inutilizados fue: adiós triatlón, me encolerice, me revise para saber que tanto había sido el daño, era un dolor o más bien un ardor muy intenso, por fin levanté la bici, camine un poco, pensé en irme caminando hasta la casa, pero dije, se me va a enfriar y me va a doler mas, mejor, me voy rondando y muy a mi pesar y sentir, monte nuevamente a Rocinante y emprendí la marcha…..lo que más me atormentaba no era el orgullo, ni el dolor, si no que tuviera que disfrutar el triatlón del sábado pero como simple espectador, no lo podía concebir, veía frustrada esa ilusión de nadar en el Santa Lucía nuevamente….

Lo que sucedió en casa no es lo demás ni lo de menos, dejémoslo así, solo basta con decir que retumbaba en mi mente el famoso anuncio del IFE: Te lo dije, te lo diiiijeeee!!

Pomadas, ungüentos, aplicaciones de hielo y des inflamatorios fueron obligados, me acosté poniéndome el congelado frío en la parte posterior de mi siniestra y en el antebrazo de la diestra, y yo seguí repasando lo sucedido, el dolor no menguaba, llegue a pensar que tenía fracturado el meñique izquierdo pero aun tenía movilidad así que lo descarté.

Durante la noche y la mañana siguiente, le preguntaba a DIOS porque me había sucedido, porque a escasos 3 días del evento me había lastimado? A quien le había hecho daño si a nadie le deseo el mal? Tomé la biblia, y lo primero que leí fue: “El Prudente y el  necio” (Antiguo Testamento, El Eclesiástico)….con el puro titulo lo comprendí todo! Fueron al menos 3 avisos, mismos que ignoré, que hice caso omiso, Ruly el necio en querer pedalear! Otra vez, había sincronismo, avisos, pero no lo advertí o no lo quise entender, total, no pasa nada…pero si pasó!

Los días siguientes fueron ahora si de reposo obligatorio, con des inflamatorios, mas pomadas, mas hielo, el día se acercaba y yo seguía inflamado y adolorido, en mi pierna derecha tenía 4 hematomas considerables, pero esos no molestaban, solo dolían al tocarlos.

Llegó el  viernes y con él, mi 44° natalicio, las felicitaciones estuvieron a la orden del día, feliz y contento con todos a mi rededor, hubo una felicitación que en especial me hizo el día, fue de Carlos, mi vecino, con una pequeña reseña del Ruly de antes, y el Ruly de ahora, en verdad me hizo reír mucho, pero también me hizo reflexionar sobre esa evolución, ese cambio cuántico, en fin, fue un gran detalle que se agradece y de gran creatividad.

Este mismo día fue la entrega de números y la admisión de la bici a la zona de transición, pero también de otro gran mensaje recibido desde temprano:  “16. Mañana marcharéis contra ellos, pues han de subir por la cuesta llamada Sis, y los encontraréis en la extremidad del torrente que corre hasta el desierto de Jeruel. 17.No tendréis vosotros que pelear; manteneos solamente a pie firme con confianza y veréis, oh habitantes de Judá Y Jerusalén, el socorro del señor sobre vosotros; no tenéis que temer  ni acobardaros ; mañana saldréis en contra de ellos, y el señor estará con vosotros”. (Antiguo Testamento, Libro II de los Paralipomenos Capitulo XX)

Con esa lectura, estaba seguro que saldría a disfrutar del esperado triatlón, el dolor se me olvido y el entusiasmo se recuperó.

Ya el sábado por la mañana y con algunos contratiempos propios del estrés y la adrenalina que generan estos eventos, caminábamos aprisa Alicia y el que escribe por la rivera del rio del Paseo Santa Lucía rumbo a la zona de arranque de la etapa de natación, saludamos a algunos conocidos y por fin llegamos, ya más tranquilo, aproveché para hacer la última escala técnica, anunciaban ya la formación y arranque de las categorías previas, pronto llamaron a la mía, ya para entrar al agua recordé el frio de la misma del año pasado, pensé y me dije, solo son unos segundos y se olvida, entre al agua y para mi sorpresa no estaba fría, así que no hubo choque térmico de por medio, avance y me ubiqué donde pudiera salir en línea recta, una cuerda hacia la línea de salida, todos atrás esperando el disparo, la adrenalina recorriendo el cuerpo, la emoción me invadía y agradecía por estar ahí, ese era mi regalo de cumpleaños, que mejor que celebrar pero también agradecer la posibilidad de disfrutar ese momento, buscaba a Alicia entre la multitud, no la veía, anunciaban la salida de la categoría, todos aplaudimos, creo que las categorías anteriores no lo hicieron, todos lo nacidos entre 1968 y 1972 estábamos ahí, prestos, puse un dedo en el botón de mi cronómetro, mi corazón latía al 100%, visualizaba mi trayectoria cuando por fin sonó la sirena de arranque, levantaron la cuerda, y me dije voy con todo, inicié con las brazadas, mi primer pensamiento fue en sentir algún dolor en mi mano izquierda, la lastimada, no tuve sensación alguna, tampoco en mi antebrazo derecho, dije gracias Dios!



No pude calentar, así que comencé a un ritmo en el que buscaba empatar mi respiración con las brazadas, los empujones comenzaron, ya los esperaba pero estaba dispuesto a no ceder espacio, paso firme, con confianza, como me lo habían dicho, sin complicarme, fuimos avanzando, de cuando en cuando, sacaba la cabeza para ver el rumbo, las aguas cristalinas se volvieron turbias, hubo algunos choques con  quienes de repente se detenían, les sacaba la vuelta procurando no perder el ritmo, trataba de concentrarme en la técnica que la tenía muy olvidada, mi tiempo en la alberca se había incrementado este año en comparación con el pasado, sabía que era el reto pero también nadar en ese espacio era para disfrutarlo, así, brazada tras brazada, seguía mi ritmo, en un par de ocasiones escuché la voz de Alicia que me alentaba y que me seguía desde la orilla, siempre a mi lado, en mi mente le agradecía y le bendecía.



Llegué a la zona de los aros con fuentes, el año pasado pasé justo por debajo de los chorros de agua complicando la respiración, esta vez tuve que girar unos grados para sacarles la vuelta, no era el momento de recibir su masaje en mi zona lumbar. De repente, al meter el brazo izquierdo  golpeé con el brazo de alguien, precisamente con el meñique lastimado, sentí el dolor de inmediato,  trate de no ponerle atención, pero el dolor no cedía, aún así continué, buscaba una boya que sabia esta próxima a la salida, nunca la ví, el recorrido ya se me había hecho más  largo pues el puente en el que ubicaba la boya ya lo había pasado, el dolor seguía, yo también sin bajar la guardia y continuaba guiándome con la orilla de la banqueta a mi diestra, otra vez me decía, la técnica, la técnica, para mejorar el avance y olvidar el dolor, en eso estaba cuando levanto la mirada y veo a escasos 15 metros el arco de salida del agua, ya llegué! El año pasado imploraba que se terminara el nado, fue sumamente estresante para mí, pero esta vez, lo tomé con calma y disfruté la nadada, lo empujones, la desorientación y el dolor los descarté, iba a lo que iba y ya no era primerizo

Salí del agua, Alicia me gritó, me tomó foto, me cargó de energía, verla me motivó aún más. La entrada a la transición fue lenta, o más bien, larga, había que rodear todos los racks de las bicis, dejé mis gogles y la gorra, me puse los  zapatos y el casco y salí, al llegar al tapete de registro marque ni parcial en el cronómetro, hasta ahí llevaba 24 minutos, dije no puede ser, venía domingueando en la nadada…  jajaja me reí moví la cabeza y monté la bici.



La etapa de bici es divertida y entretenida, pues hay muchas vueltas cerradas en las que hay que bajar la velocidad, eso hace que se rompa el ritmo, los jueces decían vienes muy rápido, vienes muy rápido, bájale, esta resbaloso, en efecto habían muchos charcos, especialmente en algunas vueltas, me toco ver también unos aspersores abiertos y echando agua hacia nuestro paso, solo pensé, a quién se le habrá ocurrido ponerse a regar los jardines a la hora de la competencia? A la siguiente vuelta ya los habían cerrado, pero obviamente había un charco, en fin, creo que mi pericia en la bici fue ventaja, los que me rebasan en los tramos rectos les daba alcance en la zona de curvas, aún así, creo que recuperé algunas posiciones.



Al ponerme los tenis, me tomé el atrevimiento y el tiempo para ponerme rápidamente calcetas, no deseaba una ampolla, así que de inmediato salí, comencé a correr, las piernas estaban muy inchadas, poco a poco fueron cediendo y poco a poco fui incrementando el paso, la primera vuelta del circuito fue la complicada, ya en la segunda me sentía con un mejor paso, seguía avanzando y recuperando posiciones perdidas en el nado, veía competidores de mi categoría y me proponía darles alcance, así me fui, para forzarme, a exigirme mas .

Faltando un kilómetro apreté el paso, y ya más cerca me dejé caer con todo lo que quedaba, finalmente estaba la meta, escuché nuevamente a Alicia que me gritaba pero no la vi, vi el arco de llegada, levanté los brazos y otra vez agradecí el momento.




Este mismo sábado hubo reunión de ex compañeros de Prepa, coincidió en fechas en las que no pude atender este magnánimo evento ya que debo de decir que además de los grandes amigos con los que crecí en la infancia, en esta etapa escolar preparatoriana también hice fabulosos amigos, muchos de ellos en verdad sinceros, de esos para toda la vida, así que lamenté esta vez no poder estar y departir con ellos, pero ni hablar, la felicidad Pura y Total es ficticia…..

Ya lo dijo Celia Cruz: Ríe….., llora…., que a cada quién le llega su hora....Azuuuucar!!!






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