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domingo, 1 de julio de 2012

Semana 4


Semana 4

Peso: 77.9 kg
Distancia de la semana: 31.5 Km
Distancia Acumulada: 73.5 km

Esta semana fue semana de viaje,  viaje de trabajo, muchos piensan que viajar es “cool” pero la realidad es que tu rutina cambia, pensarás que todo inicia desde las desmañanadas para tomar el primer vuelo, pero no, inician antes con el rito (juay de rito diría el teacher López Doriga) de preparar la maleta, luego anticipar la llegada al aeropuerto, sin hay conexión, hay tiempo destinado para aprovecharlo y revisar pendientes y avanzar con la programación futura, la actividad es más prolongada en función de lo que hay realizar, los horarios de comida están sujetos a los espacios disponibles, los cambios de dieta alteran el sistema digestivo, y así muchas otras cosas pero en fin, la intensión del comentario es mencionar que a pesar de toda esa actividad también en ocasiones hay oportunidad de la actividad física, el que quiere, puede! así, el destino en esta ocasión me llevó a la Blanca Mérida, desde luego que parte del equipaje preparado incluía un par de tenis, shorts y todo lo de costumbre para la hora de salir a correr. Debo de decir que en otras ocasiones solo las he llevado de paseo, pero en esta ocasión hay compromiso de por medio, un plan que hay que cumplir así que había que aprovechar las mañanas.



La temperatura veraniega estaba cargada de una densa humedad,  según supe después que llevaban varias semanas con lluvia, de hecho, me tocó que tuviéramos un retraso al momento de aterrizar dadas las condiciones climáticas del momento por lo que la 1er oficial de la aeronave, así es, se trataba de una dama piloto, anunció un paseo por las nubes hasta tener las condiciones adecuadas para poder realizar una aproximación sin sobre saltos, este paseo fue de no menos de 25 minutos sobre Puerto Progreso y hacia mar adentro, volando en círculos, conté 5 vueltas, el Muelle era mi punto de referencia, así que cada que pasábamos por encima de este contabilizaba un ciclo mas hasta que por fin la de la voz en la cabina anunciaba que ahora si iniciaría la aproximación a la pista de aterrizaje, su voz era normal y no como la acostumbrada voz modulada a manera de comercial con importancia de yo soy el que manda aquí: Buenas tardes estimados pasajeros, les habla el Capitán America desde la cabina de pilotos…..  jajaja todos se expresan igualito, se han dado cuenta de ello? en esta ocasión la 1er oficial Jessica se expreso en un tono normal pero eso sí, muy técnica, solo le falto mencionarnos los vectores para el aterrizaje.



En fin, volviendo al tema que nos ocupa, esa misma mañana fue el día en que ejecutaron a tres oficiales del Policía Federal, pensé que pudiera afectarme dado que cambiaria de avión en la misma Terminal 2 pero más tarde comentaron que las operaciones continuaban con normalidad, y en efecto, adentro todo transcurría como si nada hubiera pasado.

El martes fue mi primer sesión, salí a correr a las 6:30 AM, inicie justo en la esquina del Teatro Peón Contreras el cual es una chulada de edificio entre muchos que existen en el centro histórico de Mérida, avance por toda la calle 60, había poco tráfico, pero mucho calor y humedad, al llegar a la plaza de Santa Ana, percibí el aroma de algunos platillos de la región y de inmediato vinieron recuerdos a mi mente, mezcla de aromas que abrieron mi apetito, pero debía continuar así que me seguí de largo, luego vi frente a mi otro clásico lugar, el Café Impala,  volví a dar vuelta a la izquierda para continuar mi recorrido por Paseo de Montejo,  a mi juicio es una de las avenidas más espectaculares del país con tantos edificios de bella arquitectura, casonas que denotan la opulencia de la época en que fueron construidas, grandes jardines a su alrededor, enormes árboles por toda la avenida, la mayoría de ellos son flamboyanes, y lo mejor, que el rojo-naranja de sus flores hacían un bello contraste de colores y de luz y sombra, simplemente iba fascinado disfrutando del recorrido y de todas las bellezas que componen a esta célebre avenida.


Así continué hasta el monumento a la Bandera, mismo lugar en el cual mi reloj marcaba la mitad de las distancia a recorrer por lo que ahí debía retornar, así lo hice.



La siguiente mañana (miércoles) debía correr un poco  mas de distancia que el día anterior, hice el mismo recorrido y trate de ver ahora lo que había dejado de ver el día anterior, y es que hay tanto que observar que definitivamente es imposible poner atención a cada edifico, todos tienen lo suyo, así el más sencillo llama la atención. Esta vez al llegar al monumento a la bandera continué corriendo un poco mas allá, seguí por Av. Montejo pero luego vi una diagonal y recordé que más adelante estaba el estadio, así que pensé en ir hasta él, pronto, estaba corriendo ahí, había mucha gente haciendo lo propio, tiene un circuito interior de un poco mas de 800 metros, así que le di toda la vuelta y volví salir para retornar al hotel, tomé la calle 60, y salí a la esquina donde se ubica el Smoking Club, los aromas a cochinita y lechón volvieron a llegar a mí, el apetito se me abrió pero aún así con el dolor de mi corazón y de mi estómago, continué, subí por el Fiesta Americana hasta Montejo nuevamente y de ahí el mismo recorrido hasta el hotel donde finalmente llegué unos minutos antes de las 7 AM.






El jueves, hice prácticamente el mismo recorrido que el martes, solo que esta vez, el clima era un poco más fresco y menos húmedo, aún así, acabé nuevamente con la playera escurriendo, pero sumamente satisfecho de haber recorrido una vez mas y disfrutado del paisaje urbano que esta ciudad brinda para todos, la aún Blanca Mérida. Ese día, si hubo torta de lechón y de cochinita de desayuno.



Hoy domingo, la distancia larga a realizar fue 14.5K, así que me levanté y me fui directo a Chipinque, conforme me aproximaba, notaba que estaba totalmente cubierto por nubes muy bajas, subí en el carro hasta Canoas que fue donde me estacioné, el aire era fresco pero no frio, comencé mi ascenso tras unos leves estiramientos, subí por la carretera hasta la meseta donde tomé la brecha hacia puerto del aire, todo ese tramo fue demandante, al llegar a los bebederos tome un poco de agua y continué hacia la meseta del Epazote, durante todo el recorrido encontré muchos corredores, los ciclistas aún no llegaban, una vez en el epazote tomé un respiro, nivele mi ritmo cardiaco que llegó al máximo y comencé el descenso, poco a poco me fui recuperando, me di cuenta que la subida me había agotado, creo que debo hacer mas ejercicios de fuerza, mas subidas, había corrido muy planito toda la semana y a nivel de mar, pero ahora si sudé la gota gorda.



Durante el recorrido sobre la brecha hubo muchos tramos  con neblina muy densa, la historia se repitió, en Merida me toco también algo de neblina, sin embargo curioso, de ciudad al bosque del humo de algunos camiones al olor a pino y otras plantas que destapan los poros y oxigenan mejor la sangre. También un recorrido que disfrute, fue agotador pero estar en armonía con la naturaleza es otra cosa, las ardillas salían por doquier, al igual que los pájaros azules y algunos otros animalitos de la creación que ya ni se inmutan al paso de la gente.



Bajé nuevamente hasta canoas  y volví a entrar a la brecha otra vez hacia las Moras, avance como un kilometro y me retorne para completar justamente los 14.5K del programa.






En ese lugar, los fines de semana hay un área donde se practica yoga, aun medio estirando las piernas me acerque y de inmediato una pequeña dama me invitó a incorporarme a la sesión en la cual ya había bastante gente, pero le dije no tengo tapete, me dice no lo necesita, ahí hay varios disponibles, pues ni para donde hacerme, siempre he tenido la curiosidad de experienciar el yoga y así como el Chicharito Hernández dije: y por que no?

Me quité los tenis y me uní a la sesión, estaban precisamente en unas rutinas de equilibrio, mi lugar tenía un pequeño desnivel, aún así me acomodé y levante la pierna como garza….jajajaja no podía mantener el equilibrio y eso que llevaba mi collar con tecnología Phiten 50X, concluyendo que es pura mercadotecnia lo que te venden, en fin, continué con las posturas  y logré un poco mas de equilibrio, la instructora no dejaba de observarme, quizá por dentro estaba atacada de la risa, en fin, luego le siguieron posturas de estiramiento, me di cuenta que yo era un tronco, muy poca flexibilidad, lo bueno fue que lo que se trabajaron fueron las piernas, tronco y espalda, acepto que debo trabajar mas para aumentar mi flexibilidad.

Este es el área donde se realiza la clase de Yoga

Disfrute cerca de 40 minutos de la sesión, lo mejor fue el final, el relajamiento, mi reloj llegó a marcar 87 PPM nada mal después de la actividad que había realizado.

Al final se acercó la instructora y le dije que de plano estaba como roca, no me podía flexionar mucho, me dijo que la yoga me puede ayudar y que es cuestión de practicar, lo cual no me cabe la menor duda. Buscaré la forma de practicarlo, creo que me beneficiará en mucho.

Me subí al carro y mientras conducía me sentía sumamente relajado, muy tranquilo y en paz, definitivamente la sesión de Yoga me hizo llegar a ese estado.

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